Un error común que cometen los traders es intentar asumir demasiadas posiciones a la vez.

Creen que un mayor número de posiciones se traducirá en mayores beneficios. «Si abro posiciones en varios pares, uno de ellos ganará en grande».

Lástima que este tipo de pensamiento les lleve a perder mucho.

Claro, es tentador subirse a TODO el tren y golpear todas las acciones de memes cuando tus amigos, héroes de trading y grupos  en línea hablan de los mismos 15 activos.

Pero si desea maximizar sus oportunidades y habilidades, es posible que desee pensar en ser más exigente con sus operaciones.

Por un lado, abrir múltiples posiciones diluye su asignación de capital.

Cuando haya hecho su investigación y esté seguro de hacia dónde se dirige el precio, ¿no le gustaría poner tanto como pueda arriesgar en la operación?

No subcapitalice un movimiento del 20% solo porque quería participar en un activo popular que solo puede crecer un 10% en el mismo período de tiempo.

Asumir demasiadas operaciones también significa que está dedicando menos tiempo e investigando en cada posición.

En lugar de hojear gráficos y tweets sobre ocho activos, puede hacer múltiples análisis de gráficos, backtests y hablar con fuentes informadas sobre dónde podrían ir los precios de tres activos.

más información tenga y más escenarios para los que se haya preparado, menos probabilidades tendrá de perder oportunidades y tomar decisiones emocionales.

Finalmente, tener muchas operaciones abiertas debilita su enfoque.

A menos que sea Robopip, puede enfocarse de manera realista en solo una pequeña cantidad de oportunidades. Prepararse para diferentes escenarios de mercado no hará nada por su cuenta si no está presente para ejecutar el plan de trading una vez que sucedan.

Al final del día, es nuestro trabajo como traders es obtener el máximo rendimiento por el capital que tenemos.

Si bien ser exigente con las operaciones no garantiza ganancias consistentes, definitivamente puede minimizar las pérdidas y, con suerte, mantenerlo en el juego de forex el tiempo suficiente para ser rentable de manera constante.