Es importante saber qué signos son indicativos de una enfermedad mental para buscar ayuda. En esta entrada del blog, repasaremos algunos de los trastornos diagnosticables más comunes y cómo puedes saber si alguien tiene uno.
Ansiedad.
La ansiedad es una sensación de malestar, como la preocupación o el miedo. También puede ser una anticipación nerviosa intensa sobre algo malo que puede ocurrir en un futuro próximo.
La ansiedad suele ir acompañada de sensaciones físicas como dolor de estómago y dificultad para respirar. La presión sanguínea de una persona aumenta para proporcionar más oxígeno a sus músculos cuando experimenta estas sensaciones, lo que crea una tensión adicional en el cuerpo que le lleva a sentirse incluso peor que antes de estar ansioso.
Puedes notar que una persona con ansiedad tiene una baja autoestima y siempre se preocupa por el futuro.
Depresión.
La depresión puede ser el resultado de tener demasiado estrés en la vida durante un periodo prolongado sin alivio.
Para algunas personas, la depresión se manifiesta como tristeza y desconfianza, mientras que otras experimentan ira, irritabilidad y aumento de la agitación, entre otros síntomas que dificultan el funcionamiento normal en el día a día.
Una persona deprimida puede parecer triste o infeliz, y puede no tener mucho interés en las cosas que normalmente le hacen feliz.
Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC).
Como su nombre indica, el TOC es un trastorno que hace que quienes lo padecen tengan pensamientos obsesivos y compulsiones. Estas obsesiones suelen estar centradas en el daño que se hacen a sí mismos o a los demás. Las compulsiones pueden consistir en tareas rutinarias, como lavarse las manos o comprobar las cosas varias veces; también pueden adoptar otras formas, como borrar las fotos de los seres queridos de las cuentas de las redes sociales o evitar a la gente por completo en casos extremos.
Esquizofrenia.
La esquizofrenia puede describirse como un trastorno en el que las personas tienen dificultades con las interacciones sociales normales debido a que sus creencias o percepciones de la realidad están alteradas por síntomas como oír voces que no están presentes para la mayoría de las personas de su entorno.
Esta enfermedad mental puede dificultar la comprensión de lo que otras personas piensan, sienten o hacen debido a las alucinaciones y los delirios.
Trastorno bipolar.
El Trastorno Bipolar, también conocido como enfermedad maníaco-depresiva, puede poner en peligro la vida porque se manifiesta con altibajos emocionales extremos que pueden llevar a comportamientos irracionales como la conducción temeraria; pensamientos suicidas; ira incontrolable que lleva a la violencia contra uno mismo o contra los demás, especialmente durante los periodos en que está deprimido. Al igual que otras formas de enfermedad mental (como la esquizofrenia), el trastorno bipolar afecta a las personas de distintas maneras, dependiendo de su historia genética/familiar: algunos son más propensos que otros a desarrollar esta enfermedad si tienen miembros de la familia que sufrieron trastornos bipolares, mientras que para muchos pacientes aún no se ha identificado una causa clara, sólo ciertos factores de riesgo como las mutaciones genéticas.
Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH).
El TDAH es un trastorno del cerebro que hace que las personas tengan problemas para prestar atención y controlar los impulsos. También les dificulta terminar tareas o seguir instrucciones. El síntoma más común del TDAH, según los expertos médicos, es actuar sin pensar en lo que están haciendo, lo que se conoce como comportamiento impulsivo que puede perjudicarles a ellos mismos o a los que les rodean.
Trastorno del Espectro Autista (TEA).
El trastorno del espectro autista (TEA) se refiere a una o varias de las discapacidades del desarrollo que se caracterizan por las dificultades de comunicación e interacción con los demás, los comportamientos repetitivos, los intereses estrechos y los retrasos en el aprendizaje temprano. También puede describirse como una incapacidad por parte de los individuos que tienen TEA para socializar de forma eficaz debido a sus propias limitaciones cognitivas, que les impiden comprender lo que dicen otras personas cuando hablan de forma casual.
Importancia de las enfermedades mentales para el desarrollo personal y la motivación.
Las enfermedades mentales afectan a muchas vidas, algunas más que otras. Uno de los argumentos más convincentes para la concienciación sobre la salud mental es cómo puede ser un catalizador para el crecimiento personal y la motivación.
Las enfermedades mentales tienen todo tipo de formas y tamaños: el impacto que tienen en una persona puede no ser tan significativo para otra, pero esto no hace que su lucha sea menos real o importante. Se ha demostrado que las enfermedades mentales influyen en gran medida en el sentido de la autoestima de las personas, con pensamientos negativos sobre ellas mismas que pueden hacer que se sientan indignas o no merecedoras.
Algunas personas pueden no saber nunca que algo va mal porque su trastorno no les estaba causando ningún problema importante en su vida; otros individuos pueden estar experimentando consecuencias más graves por el mismo trastorno mental. Si te preocupa tu propio diagnóstico o el de otra persona de un problema no diagnosticado, sería beneficioso para todos buscar el asesoramiento de alguien especializado en el tratamiento de este tipo de problemas, para que cuando algo vaya mal pueda ofrecer una orientación personalizada y adaptada a ellos.