La pereza y la procrastinación son algunos de los problemas más comunes a los que se enfrenta la gente. Pueden ser debilitantes, ¡pero no hay que preocuparse! Hay muchas formas de eliminar esos molestos hábitos de tu vida para siempre. Hacen que pospongamos las tareas cuando deberían estar hechas, o que ni siquiera las empecemos. Para muchas personas estos malos hábitos se han convertido en un estilo de vida, ¡pero es posible cambiar este hábito! En esta entrada del blog te ayudaremos a superar la pereza y la procrastinación mostrándote cómo empezar hoy mismo.
Identifica qué es lo que te hace procrastinar.
¿Por qué procrastinamos? Para muchas personas, la respuesta puede encontrarse en sus experiencias pasadas con las tareas, como los deberes escolares o la realización de un proyecto en el trabajo. Algunos creen que este comportamiento puede derivarse de una baja autoestima; otros teorizan que puede tener algo que ver con los sentimientos de control sobre la propia vida o con las expectativas de la sociedad sobre el tiempo que debe dedicarse a ciertas cosas durante un día concreto.
Divide tu tarea en otras más pequeñas y establece un límite de tiempo para cada una.
Dividir tu tarea en trozos más pequeños y manejables te ayudará a terminar el trabajo. Pon un temporizador para cada una y trabaja en ella hasta que se acabe el tiempo antes de pasar a otra parte de tu proyecto o lista de tareas. Empieza por las tareas más fáciles y ve avanzando hacia las más difíciles. Así las terminarás más rápido, lo que te dará una sensación de logro que puede ayudarte a superar los momentos difíciles.
Recompénsate con algo que te guste después de completar la tarea.
Recompénsate disfrutando de algo que te guste y que no fomente la procrastinación. Es importante darse ánimos y recompensarse por los logros. El mejor momento para hacer esto es cuando has terminado un proyecto específico y quieres recompensar tu trabajo antes de pasar a otro.
Cuida de ti mismo.
A mucha gente se le da muy bien dar consejos, pero le cuesta aceptarlos. Si quieres que los demás lo hagan mejor, sé un buen ejemplo y enséñales cómo se hace practicando lo que predicas.
Dedicar tiempo al autocuidado contribuye en gran medida a garantizar que estamos lo suficientemente sanos y felices para ayudar a los que nos rodean lo mejor posible sin quemarnos del todo.
Come frutas o verduras; asegúrate de beber mucha agua a lo largo del día para que tus órganos se purguen correctamente.
Si es posible, sal al exterior los días que te sientas intolerante, para liberar el estrés mediante una actividad física como correr o hacer yoga/meditación.
Duerme bien y despiértate sintiéndote renovado para empezar el día con energía.
Dormir es importante. Te ayuda a funcionar lo mejor posible y a sentirte bien por la mañana, pero a veces es difícil descansar lo suficiente debido a todas las cosas que ocurren durante estos días en los que siempre estamos conectados a través de nuestros teléfonos u ordenadores. ¡Pero hay algunas soluciones fáciles para esto!
- En primer lugar, intenta poner tu teléfono en modo avión antes de acostarte para que no recibas ninguna notificación mientras intentas dormir.
- En segundo lugar, apaga el wifi cuando te acuestes, si es posible; muchas veces esos dispositivos pueden emitir un campo electromagnético que puede perturbar el sueño.
Deshazte de las distracciones que puedan impedirte trabajar (notificaciones de correo electrónico, alertas de redes sociales).
Apaga todas las posibles distracciones desactivando las notificaciones de las redes sociales, los programas de correo electrónico o cualquier otro sitio en el que alguien pueda ponerse en contacto contigo por cuestiones no relacionadas con el trabajo. Si hay muchas personas cerca unas de otras, intenta utilizar auriculares con cancelación de ruido, si es necesario tenerlos cerca pero no al alcance del oído: ahogarán las conversaciones sobre cualquier cosa que no sea lo que se esté discutiendo allí, de modo que la productividad pueda mantenerse alta sin la interrupción de los compañeros de trabajo parlanchines que necesiten una constante.
La mejor manera de superar estos malos hábitos es elaborar un plan y seguirlo. Tendrás que crear un plan de acción paso a paso que puedas seguir todos los días para hacer algún progreso. También es importante no sólo lo que haces, sino también cuándo lo haces. Cuando abordes el tema de la pereza o la procrastinación, intenta empezar poco a poco para que haya menos presión sobre ti mismo y toma las cosas día a día. Recuerda que, por muy difícil que pueda parecer este proceso ahora, si te mantienes en él durante el tiempo suficiente, al final estos comportamientos negativos desaparecerán por completo de tu vida. Así que no pierdas la esperanza: ¡sigue adelante hasta que consigas el éxito!