Salir de un ciclo es como intentar salir de las arenas movedizas; cuanto más te esfuerces, peor será. Es bastante fácil entrar en un ciclo, pero una vez que estás dentro, puede ser difícil salir de él. Aquí tienes algunos consejos sobre cómo evitar quedarte atascado y qué pasos debes dar si las cosas se tuercen:

1. Evalúa la situación y determina lo que estás dispuesto a hacer.

Todos nos enfrentamos a situaciones difíciles. Puede ser difícil saber qué hacer cuando te encuentras en una situación difícil. Nos hemos acostumbrado a la idea de que necesitamos ayuda externa, pero esto no siempre es cierto.

El primer paso para salir de un ciclo es darse cuenta de que lo tienes. Por muy convencidos que estemos de que al final todo saldrá bien, es importante no perder de vista y perspectiva nuestra situación actual junto con lo que realmente importa: ¿Cómo puedo hacer cambios ahora? ¿Qué es lo que más quiero para mí en este momento (o en cualquier otro)?

A menudo nos quedamos atrapados en pensar demasiado en el futuro, lo que sólo nos lleva a la parálisis por análisis: ¡no volver a hacer nada productivo hasta que aparezca algo mejor!

Evaluar tu situación puede ser la parte más difícil del proceso, pero es esencial para tomar decisiones que te ayuden a seguir adelante con tu vida. Tienes que tomar notas y preguntarte qué ha ido mal para saber de dónde partes. También puede ser útil anotar algunas de las cosas que han ido bien para recordarte por qué es necesario este cambio. El siguiente paso es determinar qué tipo de sistema de apoyo funcionaría mejor para ti durante este periodo de tiempo. Por último, determina qué pasos o acciones son necesarios para avanzar hacia un nuevo lugar con una mejor calidad de vida.

2. Mantén tus opciones abiertas: no tomes ninguna decisión hasta que hayas pensado en todas ellas.

Por muchas ganas que tengas de tomar una decisión, tómate siempre el tiempo necesario para pensar en todas las opciones. A los humanos nos resulta fácil lanzarnos a tomar decisiones sin tener en cuenta todo lo que podría ocurrir. Tómate tu tiempo y piensa realmente en lo que te conviene.

Tomar decisiones puede ser difícil cuando estás en medio de un ciclo en el que se desconocen todas las opciones, así que he aquí por qué tomarse un tiempo antes de decidir te ayudará.

• Habrás pensado en más de una situación y te habrás evitado arrepentimientos más adelante.
• El proceso puede aportar claridad sobre qué tipo o tipos se adaptan mejor a lo que soy ahora mismo, lo que también ayuda a evitar futuros arrepentimientos.

Tómate tiempo para la autorreflexión y considera cada opción antes de elegir lo que es mejor para ti; ¡no dejes que las preocupaciones nos abrumen o guíen la forma de tomar nuestras decisiones!

3. No te quedes atrapado en una mala situación: actúa en cuanto las cosas empiecen a ir mal.

A veces las cosas no salen según el plan y te encuentras en una mala situación. La cuestión es: ¿cómo la manejas? ¿Dejas que empeore hasta que acabas derrumbándote bajo la presión? ¿O tomas medidas cuando las cosas empiezan a ir mal? Con un poco de suerte, te daré una idea de los pasos que debes dar si alguna vez te pones en esa situación.

• Respira profundamente.
• Ten fe en que las cosas se resolverán al final.
• Céntrate en lo que puedes hacer ahora, en lugar de preocuparte por lo que pueda pasar.

Cuanto más esperes, peor será. La mejor manera de manejar una mala situación es actuar. Puede que al principio no te parezca lo más adecuado, pero si esperas a que las cosas empeoren, ¡puede que sea demasiado tarde para tus sueños y deseos! Si no sale nada bueno de la espera, la inacción puede hacer que se pierdan oportunidades; no dejes que eso ocurra haciendo algo tan sencillo como dar estos pequeños pasos para conseguir lo que quieres hoy.

4. Sé proactivo en lugar de reactivo: si algo va mal, piensa en el futuro y trabaja para evitarlo la próxima vez.

Es una triste verdad de la vida que no todo sale siempre como está previsto. Todos tenemos nuestro propio conjunto de retos que afrontar, y a veces puede parecer que el peso es demasiado grande para soportarlo solo. En esos momentos, puede ser tentador rendirse y volverse reactivo en lugar de proactivo. Pero hay cosas que puedes hacer cada día para ayudarte a sentirte más empoderado en tu día a día. He aquí cómo puedes hacerlo: Necesitarás un plan sobre lo que vas a hacer si algo va mal, y este plan debe incluir el peor de los escenarios para que estés preparado para cualquier cosa. Si tu plan no funciona, intenta otro hasta que funcione.

5. Busca la ayuda de amigos o familiares que puedan ofrecerte consejos para mejorar tu situación actual.

Puedes acudir a tus amigos o familiares para que te aconsejen cuando te encuentres en una situación difícil. Puede que te ayuden a salir del atasco, ¡así que es mejor no pasar por las cosas solo!

Los amigos y la familia suelen ser capaces de dar consejos sobre cómo salir de las malas situaciones. Saben lo que necesitas porque se preocupan por las mismas cosas que nosotros.

Por ejemplo, si alguien ha perdido su trabajo o ha roto con su pareja; los amigos le ofrecerán apoyo, pero también le darán consejos útiles, como ponerse en contacto con los reclutadores inmediatamente, para que esa persona no tenga tiempo para pensamientos autocompasivos mientras intenta encontrar un nuevo trabajo, independientemente de cuál sea su talento.

Al final, tienes que hacer lo que te parezca correcto. Cuando se trata de salir de un ciclo, no podemos decirte exactamente cómo hacerlo porque la situación de cada persona es diferente. Pero hay algunos pasos en esta guía -como evaluar tu situación actual y mantener tus opciones abiertas- que pueden ayudarte a facilitar las cosas a la hora de decidir el mejor camino a seguir. Todos tenemos el poder de salir de un ciclo. Si quieres cambiar tu futuro pasando a la acción ahora, únete al Reto $10k Mensuales.