Si te sientes atascado, date permiso para pasar página. Puede que estés leyendo esto porque sientes que algo te está frenando en la vida y que es hora de cambiar. Puede ser que tu carrera no esté donde quieres o que haya algún otro aspecto de tu vida que necesite atención. Sigue estos pasos:
1. Haz un inventario de lo que ya no funciona.
No siempre es fácil admitir que las cosas ya no funcionan. Pero a veces es necesario hacer un inventario de lo que ya no funciona para poder pasar página y seguir adelante.
Escribir una lista de cosas que te has dado cuenta de que ya no son beneficiosas en tu vida puede ayudarte en el proceso de dejar ir. El acto de escribir requiere tiempo y compromiso, pero merece la pena cuando finalmente puedes tachar algo.
En la vida, a menudo tenemos que tomar la difícil decisión de si algo es beneficioso y merece la pena mantenerlo. Ya sea una relación con alguien que te menosprecia constantemente aunque sea tu mejor amigo, un viejo par de zapatos que ya no te quedan bien porque has crecido mucho en altura desde que los compraste hace cinco años, o cualquier otra cosa. Una forma que utiliza la gente para decidir si lo que ha estado guardando debe acompañarles en su viaje hacia delante, dentro de sí mismos, es hacer una lista sobre todas las cosas menos perfectas de ayer, que sólo nos arrastrarán hacia atrás hoy y mañana.
2. Crea una nueva visión y unos nuevos objetivos.
Estás en la rutina. Estás agotado y frustrado con tu situación actual, pero no sabes cómo cambiarla. No hay señales de alivio en el horizonte. Cuanto más tiempo permanezcas atascado, más probable será que tu miedo se convierta en frustración o, lo que es peor, en depresión. ¡Pero hay formas de salir de este laberinto mental! Te mostraremos cómo crear nuevos objetivos y una nueva visión de dónde quieres estar en la vida, para que puedas volver a avanzar:
– Empieza con una visión.
La visión es algo poderoso. Te ayuda a ver el futuro con una claridad meridiana, y establece tu camino hacia el éxito con antelación. Puedes utilizar esta herramienta para ayudarte a tomar mejores decisiones sobre tu futuro, por ejemplo, en lo que respecta a tu carrera profesional o a las relaciones con personas cercanas que pueden estar impidiendo que alcances tus propios objetivos.
– Identifica tus objetivos.
Para averiguar realmente dónde quieres estar en la vida, es importante que primero identifiques tus objetivos. Esto te ayudará a guiar todas las decisiones y factores de cómo llegar allí en el día a día.
Identificar lo que realmente deseamos puede parecer a menudo una tarea imposible cuando nos enfrentamos a tantas opciones al alcance de la mano; pero este paso no debería intimidarnos porque, una vez identificados, ¡estos objetivos son poderosos motivadores del éxito! Una vez que sabemos exactamente hacia qué dirección nos dirigimos, todo lo demás encaja a la perfección: desde la elección del trabajo o la carga lectiva que más nos convenga (¡o incluso el hecho de dejar de estudiar!), hasta la decisión de si es el momento adecuado para comprar una, etc.
– Desglosa tus objetivos y luego traza el proceso para llegar a ellos.
Para alcanzar un objetivo, hay que dividirlo en partes más pequeñas. Primero debes enumerar todos los pequeños pasos que necesitas para alcanzar ese objetivo final. Después de enumerar estos elementos o tareas individuales, prioriza cuáles son los más importantes poniéndolos al principio y ordenándolos según su importancia (cuanto más urgente sea). Una vez priorizadas, añade cada paso a un calendario organizado con plazos para que se conviertan poco a poco en hábitos. Esto te ayudará a controlar lo que hay que hacer ahora o más tarde, así como a ponerte límites de tiempo si es necesario. Con este plan establecido después de dividir cualquier tarea grande en partes manejables y conseguir el éxito es mucho más fácil.
– Comprueba tus progresos cada día, semana o mes, lo que sea más realista para ti.
A menudo, la gente se toma el tiempo de planificar un objetivo para sí misma, pero pierde la pista sobre la marcha. Por eso te recomendamos que compruebes tu progreso cada día, cada semana o cada mes, para poder seguir avanzando. Podrías preguntarte ¿cuáles son las tres cosas que he conseguido hoy? ¿Qué estoy deseando hacer mañana? ¿Cómo ha sido el mapa de mis objetivos y la visión que tengo de mí mismo después de realizar estas tareas? Estas preguntas te guiarán a través de una reflexión personal que te permitirá asegurarte de que, aunque haya sucedido algo durante el día que no tenga nada que ver con tu trabajo o tus planes profesionales, ¡sigues avanzando!
3. Ten un compañero de responsabilidad que te ayude a mantenerte en el camino.
¿Sabes cuál es la clave más importante del éxito? La responsabilidad. No puedes llegar a ninguna parte en la vida si no te responsabilizas de tus acciones y decisiones. Por eso es recomendable encontrar un compañero de responsabilidad que te ayudará a mantenerte en el camino de pasar la página de tu vida hacia un cambio positivo.
Todos somos humanos, por lo que todos cometemos errores que nos llevan por caminos que no queremos seguir. No es fácil admitir esas cosas ante otra persona -especialmente cuando significa mostrarle el poder que tiene sobre nuestra vida-, pero es necesario si queremos cambiar y crecer en nuestras vidas.
No se puede subestimar la importancia de tener un sistema de apoyo, especialmente cuando se trata del bienestar mental de una persona y de su capacidad para hacer cambios positivos para sí misma. Encontrar a alguien que esté pasando por lo mismo que tú puede ayudar a ambas partes a mantenerse motivadas y centradas en lograr el objetivo en cuestión que se han propuesto.
Te sorprenderá lo mucho que puedes conseguir cuando alguien está ahí para controlar tus objetivos y hacerte responsable de ellos. Es fácil perder la motivación porque todos estamos muy ocupados hoy en día, pero con un poco de ayuda de otra persona que entienda lo que se siente al luchar sola y poder hablar de todo lo que surge en el proceso, te encontrarás menos abrumado por la duda o la pérdida, sino que también lograrás cosas que antes parecían imposibles.
Tu compañero de responsabilidad puede ser la clave del éxito. Al tener los ojos de otra persona sobre tus objetivos y progresos, es más probable que te mantengas centrado. Reserva un tiempo a la semana con tu compañero para hacer un chequeo que no tiene por qué durar mucho. Hablen de qué tareas se han realizado ese día, cuáles no se han completado todavía, cuántas horas de trabajo se han realizado cada día en lo que va de mes; Revisen cualquier tipo de objetivo medible (pérdida/ganancia de…), así como los comportamientos que ayudarán a alcanzar dicho objetivo. Comparte los momentos divertidos o embarazosos y no tengas miedo de pedir ayuda cuando la necesites. Celebren juntos los éxitos haciendo algo divertido, como salir a cenar, pero ten en cuenta que esto no tiene ningún efecto sobre tu salud a largo plazo como sistema de recompensa.
Hay muchas formas de mantenerte en el camino cuando trabajas hacia un objetivo. Si ves que no funciona con tu compañero de responsabilidad, inténtalo de nuevo con otra persona o ve en solitario.
4. Encuentra el lado bueno de cada situación.
No eres el único que se siente abrumado y como si le hubieran repartido una mala mano. Es posible encontrar el lado bueno de cada situación y pasar página, pero requiere trabajo.
Puedes utilizar la confianza en ti mismo para pasar página. Nadie es perfecto, pero tú tienes lo que hay que tener y si alguien te dice lo contrario, ¡te está mintiendo!
Tu familia y tus amigos han estado ahí para ti toda la vida, incluso cuando nadie más lo estaba. Seguirán formando parte de todo lo que venga en tu viaje por este mundo hasta el día de tu muerte. Es cierto: todo el mundo tiene a alguien que se preocupa por él (aunque no siempre sea fácil de encontrar). Por muy solas o aisladas que se sientan las personas en un momento dado, nunca están verdaderamente sin amor.
A lo largo de la vida, siempre habrá altibajos. Algunos tenemos la suerte de disfrutar más de las subidas que de las bajadas; otros descubren que su estado de ánimo tiende a pasar de un extremo a otro en un tiempo récord. Lo más importante no es cuántas veces te caes, sino lo que haces cuando ocurre: ¡levantarte de nuevo! Fracasar sólo hace más fuerte a una persona: aprende valiosas lecciones al experimentar el fracaso o el desamor de primera mano.
Cuando las cartas estén en tu contra y te parezca que no queda nada por lo que vivir, detente un minuto. Dedica un tiempo de tu día a pensar en lo que hace que la vida merezca la pena en general; si hay algo que pueda mejorar esta situación, ¿cómo harías esos cambios? A menudo, todo lo que necesitamos es algo sencillo que cambie nuestra perspectiva o elimine el dolor de una experiencia que de otro modo sería difícil. Para ser feliz, mantén una actitud positiva centrándote en las cosas que hacen que la vida merezca la pena para ti. Pasa tiempo con tus seres queridos y viaja a nuevos lugares. También puedes cocinar platos para los demás u organizar cenas: hay muchas formas de mostrar gratitud a los que nos rodean.
Celebrar tus logros es una forma estupenda de recordarte que te mereces lo mejor. Celebrar los éxitos y los hitos de la vida te dará algo que merezca la pena celebrar cada día de tu viaje, porque todos tenemos nuestros propios logros personales, ¡sea cual sea!