Es difícil saber lo que quieres cuando ni siquiera sabes lo que te gusta. Todos tenemos la tendencia a dejarnos llevar por la corriente y hacer cosas mientras averiguamos quiénes somos. Pero, si no hay claridad sobre cuáles son tus valores, es difícil tomar decisiones que se alineen con ellos. Lo que más importa a las personas es tener un sentido de propósito o significado en sus vidas, según una investigación de Ed Diener de la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign. En esta entrada del blog compartiré algunos consejos sobre cómo aclarar tu visión mediante la exploración de diferentes opciones y la toma de decisiones deliberadas sobre en qué quieres que se gaste la energía de tu vida, de modo que puedas empezar a tomar medidas para cumplir tus deseos y sueños.
1. Averigua qué es lo que te apasiona.
Puede ser difícil descubrir lo que te apasiona. Quizá sea algo muy personal, o tal vez una de esas cosas que son difíciles de explicar. Pero si no sabes lo que quieres hacer con tu vida, tampoco hay forma de que otra persona te lo diga. Y la única persona que lo sabe mejor es tú mismo.
2. Haz una lluvia de ideas de las cosas que te interesan.
¿Qué quieres hacer en la vida? ¿Qué cosas te interesan? Haz una lluvia de ideas y empieza a apuntarlas. Si no estás seguro de por dónde empezar, he incluido algunas preguntas a continuación que pueden ayudarte a orientar la dirección correcta cuando llegue el momento de elaborar tu plan:
- ¿Qué tipo de actividades te han dado alegría en el pasado?
- ¿Cuáles fueron algunos de tus recuerdos favoritos mientras crecías?
- ¿Cómo han formado estas experiencias lo que eres hoy?
- ¿Qué tipo de entorno laboral te atrae más?
3. Busca a alguien que haya hecho algo parecido a lo que quieres hacer y averigua cómo lo hizo.
Si quieres averiguar cómo alguien ha conseguido algo similar a lo que tú intentas hacer, no te limites a preguntarle. Busca a alguien que haya hecho lo mismo y mira si puede ayudarte a descubrirlo. En otras palabras, busca un mentor. Cuantas más personas nos rodeemos que estén haciendo cosas que nos den envidia o nos impresionen por sus logros, más fácil nos resultará realizar nuestros propios sueños.
4. ¡Empieza! Da los primeros pasos hacia la consecución de tu objetivo haciendo un esquema o actuando en pequeñas tareas que te acerquen a donde quieres estar en el futuro.
Si te cuesta averiguar qué acciones debes emprender, o cómo empezar a trabajar en tu objetivo, empieza por hacer un esquema de los pasos que te llevan a él. Esta es una forma estupenda de ver todas las diferentes áreas en las que hay que actuar y te ayudará a guiar tus futuras decisiones para que sean intencionadas. Una vez que hayas creado este plan por escrito, asegúrate de que cada tarea a lo largo del camino tenga al menos un paso enumerado, aunque sólo sea «investigar». Cuanto más centradas estén estas tareas al escribirlas, más fácil será para tu cerebro llevarlas a cabo. Y recuerda: no te preocupes por hacerlo todo perfectamente de inmediato; divide las cosas en trozos manejables que puedan completarse con el tiempo.
Si quieres pasar a la acción pero no sabes lo que quieres, prueba estos consejos. Averigua cuál es tu pasión y explora todo lo que te interesa antes de tomar una decisión sobre el camino de la vida que te acercará a donde quieres estar. También puedes encontrar mentores que hayan estado allí y lo hayan hecho para que te orienten en el camino. Da pequeños pasos hacia la consecución de tu objetivo perfilándolo, dividiendo las tareas en partes manejables, etc. El primer paso es siempre el más difícil, así que empieza por algún sitio: ¡ya verás cómo se desarrollan las cosas a partir de ahí!