¿Has sentido alguna vez que tu mente va a toda velocidad y no puedes dejar de pensar? Esta sensación de ansiedad nos lleva a menudo a estar desconcentrados. ¿Qué debemos hacer cuando esto ocurre? Aquí tienes algunos consejos para mantener la concentración en momentos de mucho estrés:
Intenta hacer ejercicios de respiración profunda.
Los ejercicios de respiración profunda ofrecen multitud de beneficios, como el alivio del estrés y la relajación. Todo lo que necesitas son 10 minutos cada día para hacer un poco de meditación consciente o utilizar pausas de un minuto a lo largo del día; cuanto más a menudo lo practiques, mejores resultados se verán.
Tómate un descanso de lo que sea que te esté causando la sensación de ansiedad.
La clave para controlar tu ansiedad es tomarte un descanso de lo que sea que te esté causando esa sensación. Por ejemplo, si te sientes constantemente ansioso por el estrés del trabajo y la escuela, lo mejor para ti sería tomarte un día libre o incluso sólo una hora de lo que te estresa. No puedes librarte por completo de este tipo de estrés, pero al menos darte un tiempo libre te ayudará a reducir lo mal que te sientes en general.
La salud mental es algo que hay que cuidar y no ignorar. Puede que sientas que estás demasiado ocupado para tomarte un descanso, pero a la larga es importante para la estabilidad mental y para mantenerte con los pies en la tierra y evitar sentirte ansioso todo el tiempo por cualquier cosa, lo que podría empeorar la situación.
¡Levántate y muévete! Aunque sólo sea durante diez minutos.
En este mundo tan acelerado, estar estresado es habitual. Es hora de que todos nos tomemos un respiro en nuestras agitadas agendas, o el estrés seguirá acumulándose hasta que sea insoportable de manejar. Levantarse y moverse es una forma estupenda de reducir el estrés. Se ha demostrado que las personas que se mueven tienen menos probabilidades de tener problemas de salud mental que las que no hacen ejercicio regularmente. Con sólo 10 minutos de ejercicio, puedes notar la diferencia en tu estado de ánimo, está demostrado que el movimiento reduce los niveles de estrés.
Bebe agua.
Beber agua y mantenerse hidratado es importante para ayudar a tu cuerpo a procesar cualquier exceso de adrenalina. Si bebes suficientes líquidos, podrás combatir el dolor de cabeza más fácilmente después de que haya pasado el acontecimiento estresante.
Es crucial que nos mantengamos hidratados cuando experimentamos niveles elevados de estrés o ansiedad, ya que nos ayudará a metabolizar nuestras hormonas de forma más eficiente para que no se queden bloqueadas en determinadas zonas del cerebro, provocando un dolor intenso que se suma a una situación ya difícil.
Practica la autocompasión.
En los momentos en que la vida te parece demasiado y te enfrentas a dificultades, ¿qué es lo que te ayudará a encontrar el equilibrio? Practicar la autocompasión. Cuando somos amables con nosotros mismos en los momentos difíciles, en lugar de reñirnos o machacarnos por no sentirnos perfectos, nuestro enfoque puede ser más claro y positivo incluso cuando la vida nos lanza bolas curvas. También aporta una sensación de alivio, ya que no existe esa presión interna que nos empuja hacia un objetivo inalcanzable, sino que se trata de un estímulo suave que se fija en unos niveles alcanzables que sólo tú puedes alcanzar. De este modo, una vez alcanzados esos objetivos con paciencia y amabilidad, se sentirán ganados y no forzados, recompensando tus esfuerzos con satisfacción mientras sigues avanzando hacia el futuro.
Distráete de los pensamientos negativos pensando en algo positivo.
«Piensa en positivo» El viejo adagio es bueno. Cuando te sientas ansioso, tómate el tiempo de pensar en todos tus logros y en todo lo que hace que la vida sea divertida para ti. Alejarte mentalmente de la negatividad te ayudará a facilitarle a tu cerebro los momentos de estrés.
No podemos prometer que estos consejos funcionen para todo el mundo, pero deberían ayudarte a empezar a concentrarte cuando te sientas ansioso. ¿Qué otras formas utilizas para combatir la ansiedad en tu vida diaria? ¡Cuéntanoslo! ¿Te suena alguna de estas estrategias como algo que podrías poner en práctica o que ya has puesto en práctica?