La capacidad de concentración es una habilidad que se puede aprender. Esta entrada del blog te proporcionará algunos consejos y trucos sobre cómo desarrollar esta habilidad. Todos tenemos momentos en los que nos distraemos, ¡pero no puedes dejar que ocurra en el momento en que más importa!
Desarrolla una rutina específica para el momento del día en que eres más productivo.
Para desarrollar la capacidad de concentración, empieza por identificar qué momento del día eres más productivo y luego establece una rutina que te ayude a aumentar tu productividad durante esos momentos. Por ejemplo: si las mañanas te hacen sentir fresco y con energía, no veas la televisión después del desayuno; en su lugar, intenta realizar otras actividades que requieran concentración.
Crea un entorno en el que sea fácil concentrarse.
No es ningún secreto que el mundo es un lugar ruidoso. Nos bombardean con distracciones a diario, y puede ser difícil concentrarse en lo que estamos haciendo. Puede parecer que no hay nada que puedas hacer ante este problema, pero en realidad hay algunas medidas sencillas que puedes tomar para crear un entorno en el que sea fácil concentrarse. Entre ellas están: encontrar un lugar tranquilo sin ruidos ni distracciones innecesarias; apagar el teléfono y otros dispositivos electrónicos; establecer un temporizador para el tiempo que vas a trabajar a la vez; hacer pausas breves cuando sea necesario. Con estos pocos consejos, cualquiera tendrá menos problemas para concentrarse.
Deshazte de cualquier pensamiento negativo descargando tus frustraciones en otra cosa.
¿Alguna vez has sentido que el peso de tu mundo te aplasta por encima? Todos tenemos esos momentos en los que estamos tan abrumados por el estrés y la presión que parece imposible avanzar. Pero para poder atacar estos sentimientos, primero tenemos que reconocer lo que son: pensamientos negativos que surgen de nuestra mente subconsciente como mecanismo de defensa contra el miedo o la incertidumbre.
A veces, el mero hecho de reconocer los pensamientos negativos puede ayudar a aliviar la tensión, porque ahora hay una oportunidad para reflexionar en lugar de dejarse envolver por la negatividad. Sin embargo, si reconocer no funciona, trata de encontrar otra cosa en la que ocuparte hasta que la sensación disminuya; como por ejemplo, descargar tus frustraciones golpeando una almohada o desahogarte corriendo intensamente durante 30 minutos.
Cuida de ti mismo con hábitos de alimentación y ejercicio saludables.
Todos sabemos que cuando estamos cansados, nuestra capacidad de concentración se reduce considerablemente. Una alimentación sana hará que tu cerebro funcione correctamente. Desde lo mundano hasta los procesos de pensamiento intensos, no hay nada más importante que un cerebro bien alimentado. El ejercicio también es esencial para la salud a largo plazo, ya que mejora el estado de ánimo a la vez que aumenta los niveles de energía.
Intenta meditar para relajarte y despejar tu mente antes de empezar a trabajar en algo importante.
Cuando estás trabajando duro en una tarea importante, es natural sentirse estresado y distraído. A veces lo único que necesitamos es un pequeño descanso mental. Intenta despejar tu mente meditando durante 10 minutos antes de empezar a trabajar; esto te ayudará a mantener alejadas las distracciones y te dará algo de tranquilidad.
Se ha demostrado que la meditación es increíblemente beneficiosa para reducir los niveles de estrés y mejorar la concentración; así que, ¿por qué no aprovechar la oportunidad? La próxima vez que te sientas cansado o desconcentrado durante largos periodos de actividad mental, considera practicar la meditación.
Este artículo te ha dado algunos consejos y trucos estupendos sobre cómo desarrollar la capacidad de concentración. La concentración es una habilidad que todo el mundo debería intentar mejorar, porque todos necesitamos tiempo en nuestro día en el que seamos capaces de concentrarnos plenamente sin que nos distraigan otras cosas a nuestro alrededor. Recuerda estas técnicas para que puedan ayudarte en cualquier momento en que tu concentración se vea interrumpida o rota.