Establecer objetivos es una parte fundamental de la vida, pero puede ser fácil olvidar lo que quieres cuando tu cerebro se deja llevar. En esta entrada del blog hablaremos de cómo establecer el tipo de objetivo adecuado para ti y esbozaremos algunos consejos para asegurarnos de que son alcanzables.
¿Qué es un objetivo y por qué lo necesitamos?
Un objetivo es un resultado deseado que te inspira y motiva a pasar a la acción. Puede ser tan pequeño o grande como quieras, siempre que el objetivo final te parezca alcanzable dentro de tus posibilidades.
David Kellar ha escrito sobre cómo los objetivos pueden ayudarnos a alcanzar nuestros sueños. Los objetivos son necesarios para todo el mundo porque proporcionan un marco con el que organizar y planificar todas tus acciones, de modo que te acercas a su consecución con el tiempo, estableciendo plazos, haciendo un seguimiento de los progresos o recibiendo comentarios sobre lo que funciona bien y lo que no. Sin estas herramientas sería fácil que la confianza de las personas en su capacidad para tener éxito en cualquier cosa empezara a erosionarse hasta desaparecer, ya que siempre habrá muchos retos en el camino. «Sin perspectiva», dice, «nos falta confianza».
Los diferentes tipos de objetivos.
Hay muchos tipos de objetivos, desde los de corto plazo hasta los de largo plazo e incluso los intermedios. Todas estas categorías diferentes pueden ayudarte a mantenerte centrado en tu objetivo final para que no sea un pensamiento pasajero o una idea fugaz, sino algo que se convierta en la fuerza motriz de tu vida.
- Objetivos a corto plazo:
Los objetivos a corto plazo son una forma de mantener a la vista tu objetivo a largo plazo. Pueden ser plazos de 6 meses o menos y actúan como peldaños en el camino para alcanzar un objetivo final. La clave no es simplemente establecer objetivos a corto plazo, sino también trazar lo que tienes que hacer cada día, semana, mes, etc., de modo que se conviertan en hitos alcanzables a lo largo del camino hacia el cumplimiento de ambiciones mayores.
- Objetivos a largo plazo:
Alcanzar tus objetivos a largo plazo probablemente requerirá mucha determinación y dedicación. Esto se debe a que estos objetivos suelen ser ambiciosos, difíciles de alcanzar o requieren que trabajes duro para que se hagan realidad. Sin embargo, no tiene sentido rendirse antes de emprender el viaje; en todo caso, esto significa que ahora más que nunca necesitas el apoyo de los miembros de tu familia y de los amigos que puedan ayudar a motivarte y a superar los momentos difíciles.
- Objetivos intermedios:
Establecer objetivos intermedios puede ayudarte a mantenerte centrado en tus objetivos a largo y corto plazo, dándote pequeñas tareas que te lleven a completarlos. Por ejemplo, si uno de los objetivos principales de tu vida es convertirse en profesor dentro de tres años, un objetivo intermedio podría ser completar su carrera de cuatro años mientras trabaja a tiempo completo, de modo que tenga dinero más que suficiente ahorrado para la matrícula.
¿Cómo puedes establecer objetivos específicos que se adapten a tus necesidades?
Establecer objetivos puede ser difícil, pero no tiene por qué serlo. Una forma de establecer tus propios objetivos específicos es considerar lo siguiente:
- Piensa en tu vida actual.
Pensar en tu vida actual para establecer objetivos concretos es una forma excelente de considerar lo que tiene más sentido en cuanto a tu desarrollo personal. Hay que tener en cuenta tu propia personalidad y tus deseos a la hora de establecer objetivos individualizados y alcanzables que te ayuden a crecer como persona.
- Escribe una lista de objetivos que quieras alcanzar.
Escribir una lista de objetivos que quieres alcanzar es un acto importante y útil. Muchas personas descubren que escribir sus objetivos en un papel les ayuda a fijarse hitos específicos y alcanzables que hacen más claro el camino hacia el éxito.
- Asegúrate de que los objetivos son específicos, medibles y alcanzables.
Trazar tus objetivos y aclarar lo que quieres conseguir puede ser una tarea desalentadora. Pero es importante porque, para que cualquiera de esas cosas ocurra, primero tienen que existir como una idea claramente definida antes de que cualquier otra cosa tome forma. Empieza por asegurarte de que el objetivo que intentas alcanzar es específico -saber exactamente lo que significa y cómo sus beneficios podrían afectar a los que nos rodean-, medible: averiguar si algo se ha conseguido o no se ha hecho lo suficientemente bien mediante mediciones cuantificables para que no haya confusión sobre si estamos avanzando hacia nuestro resultado final; alcanzable: establecer expectativas realistas con plazos a corto plazo sobre cuándo podría producirse el resultado deseado en lugar de pensar demasiado lejos en el futuro, donde podrían surgir fracasos por falta de enfoque actual.
- Crea plazos para lograr cada objetivo.
Crear líneas de tiempo es una forma estupenda de planificar tus objetivos. Incluso puedes establecer recordatorios e hitos para ti mismo, de modo que sepas cuándo tienes que hacer qué. Una de las mejores cosas de crear líneas de tiempo es que te permite libertad en la planificación, porque si algo no sale exactamente como estaba previsto o el tiempo se acorta inesperadamente, todo lo que tienes que hacer es arrastrar las tareas que necesitan más atención hacia el presente.
- Evalúate periódicamente para ver si vas por el buen camino con tu plan o necesitas ajustarlo.
Es importante que evalúes periódicamente tus progresos y objetivos. Cuando lo hagas, fíjate en si hay discrepancias o lagunas entre lo planeado y lo que realmente ha ocurrido. Si es así, aprovecha la oportunidad de autorreflexión para hacer los ajustes pertinentes.
¿Cómo mantener la motivación para alcanzar tus objetivos personales?
Es difícil mantenerse motivado. Hay tantas distracciones y es fácil desanimarse cuando no vemos el progreso que queremos de inmediato. He aquí tres formas de mantener la motivación, independientemente de los obstáculos que se presenten:
- Crea un plan sobre cómo vas a conseguir tus objetivos.
Cuando empiezas a conseguir tus objetivos, es habitual no tener ni idea de lo que estás haciendo. Esto puede provocar frustración y falta de motivación. Si creas un plan sobre cómo vas a conseguir tus objetivos, el proceso será más fácil y estructurado. Un plan garantizará que no te quedes atascado en ninguna tarea ni acabes abrumado por todo lo que hay que hacer para alcanzar tus objetivos.
- Escribe por qué es importante para ti conseguir esos objetivos.
Seguro que has oído el dicho «Si no sabes a dónde vas, cualquier camino te llevará allí». Es fácil perderse en la vida si ignoramos lo que es importante. Por eso es tan importante escribir tus objetivos y hacerlos realidad. Escribirlos nos ayuda a centrarnos en conseguir lo más importante; sin esta claridad, podemos perder fácilmente el rumbo.
- Establece pequeños hitos alcanzables que faciliten la celebración de los éxitos en el camino.
Marcarte pequeños hitos puede hacer que el camino hacia tus objetivos sea más agradable y satisfactorio. La retroalimentación positiva suele ser suficiente motivación por sí sola, pero a veces es una buena idea recompensarse a uno mismo. Celebrar nuestros éxitos estableciendo hitos personales alcanzables mantiene el impulso sin tener que esperar demasiado tiempo antes de volver a hacer algo divertido porque sabemos que habrá otro hito estupendo poco después.
Establecer objetivos realistas puede ser difícil: es fácil dejarse llevar y perder de vista lo que realmente quieres o necesitas. Dicho esto, el tipo de objetivo adecuado para ti te ayudará a garantizar que tus esfuerzos estén en consonancia con la consecución de lo que más te importa. ¿Qué opinas tú? ¿Tienes algún buen consejo para establecer objetivos sólidos? Si es así, ¡nos encantaría conocerlos! Comenta ahora abajo con algunas ideas sobre cómo has establecido objetivos alcanzables en el pasado y comparte algún consejo para otros que no sepan por dónde empezar.