En esta entrada del blog, aprenderás a dar una crítica constructiva de forma que no sea hiriente ni perjudicial. Puede ser difícil dar una opinión, pero no tiene por qué serlo. La clave es hacer que tu aportación sea un consejo útil sin que la persona se sienta peor consigo misma. Esto ayudará a que se sienta mejor al recibir lo que de otro modo podría parecer un comentario negativo.
Iniciar la crítica constructiva con algo con algo positivo.
Una de las mejores formas de dar feedback y mantenerse en el punto es empezar con algo positivo antes de pasar a lo que hay que mejorar. Cuando se establece una relación inicial, la posibilidad de corrección es más fácil, porque es más probable que la gente esté abierta a las sugerencias que se hagan más adelante en la conversación.
Sé específico sobre lo que no te gusta y cómo podría mejorarse.
Puede que no sea divertido, pero es importante ser específico al dar una crítica constructiva para que la persona que recibe tus comentarios entienda exactamente lo que tiene que hacer la próxima vez y cómo has llegado a esa opinión sobre su trabajo. Cuando critiques el proyecto o la idea de otra persona, asegúrate de que te centras en los hechos.
Ofrece una solución alternativa o una sugerencia de mejora.
Cuando des una opinión sobre algo que necesita ser cambiado, asegúrate de señalar tanto el problema en sí como las formas de solucionarlo. Por ejemplo, si crees que el trabajo escrito de alguien es demasiado largo y repetitivo, una buena sugerencia podría ser: «Podrías considerar reducir tus párrafos a la mitad».
Termina con otro comentario positivo para mostrar tu aprecio por el trabajo de la persona.
Las críticas constructivas pueden ser difíciles y, a veces, la gente necesita un estímulo adicional después de oírlas, para volver a sentirse animada en lugar de desanimada por lo que alguien dijo. Para ayudar a aligerar esos momentos, intenta poner otro cumplido al final antes de despedirte, ya que esto hará que incluso los comentarios negativos suenen más alentadores cuando se combinan con otras palabras que tienen buena intención.
Practica la crítica constructiva en incrementos pequeños y manejables para que las personas puedan aprender de sus errores y mejorar con el tiempo.
La crítica constructiva es una parte fundamental de cualquier relación, porque ayuda a las personas a superarse. Es fácil ser duro y crítico, pero a la larga eso sólo servirá de obstáculo para que tus seres queridos se superen. Si quieres que alguien cercano mejore y cambie con el tiempo, es necesario que los comentarios constructivos se produzcan con regularidad y con pequeños incrementos para que puedan ajustarse en consecuencia.
No des comentarios cuando te sientas enfadado o emocionado: espera a calmarte antes de hablar.
Nunca es buena idea hacer una crítica cuando te sientes emocionado o enfadado. Cuando entramos en estos estados, nuestro cerebro no funciona tan bien y nos hace perder la objetividad, que es importante para dar una opinión constructiva. Espera a calmarte antes de decir lo que piensas, para que el receptor de la crítica pueda escuchar lo que necesita de alguien que no está sesgado por su estado en ese momento.
La crítica constructiva es una práctica que lleva tiempo perfeccionar. Pero con el enfoque adecuado, podrás hacerlo bien y hacer que tus comentarios sean algo que la gente quiera escuchar. Esperemos que este artículo te haya dado algunos consejos útiles sobre cómo hacer una crítica constructiva sin hacer que alguien se sienta peor consigo mismo, así que ten en cuenta estos consejos cuando hagas comentarios.