La depresión es una enfermedad mental que afecta a millones de personas. Este estado mental puede ser agotador incluso físicamente, y a menudo dificulta la realización de las tareas cotidianas. Sin embargo, hay algunas formas de hacer que la depresión sea más manejable para que puedas pasar el día sin sentirte abrumado. La siguiente entrada del blog ofrece varios consejos para gestionar las responsabilidades cuando se lucha contra la depresión:
Haz una lista de todas las cosas que tienes que hacer.
Haz una lista de todas las cosas que tienes que hacer, y luego priorízalas para que no estén ahí, en el fondo de tu mente, perjudicándote más que ayudándote a mejorar.
Empieza por las tareas más fáciles y ve subiendo.
Cuando te sientes deprimido, es fácil olvidar que la vida sigue ocurriendo. Pero hay un millón de cosas que suceden a tu alrededor, así que no dejes que tu depresión te impida hacer nada. Haz una lista de todas las tareas y obligaciones que han surgido recientemente, y luego priorízalas en función de lo que hay que hacer (y del tiempo que te llevará cada tarea). ¿Lo mejor? Incluso puedes empezar con cosas poco importantes al principio, sólo para practicar la vuelta al «modo trabajo» cuando estés deprimido. Trabaja gradualmente en las tareas más importantes lo antes posible…
Cuida de ti mismo: practica técnicas de autocuidado como el ejercicio, la meditación y la atención plena.
Da prioridad a tu salud mental y física antes que a cualquier otra cosa para evitar cualquier recaída o empeoramiento de los síntomas relacionados con la depresión, especialmente si la padeces. Los estudios de investigación han demostrado que el ejercicio mejora el estado de ánimo de las personas que padecen un trastorno depresivo; también han demostrado que meditar no sólo ayuda a disminuir los niveles de estrés y ansiedad, sino que también mejora el estado de ánimo de quienes padecen los síntomas; además, se ha descubierto que practicar la atención plena ayuda a reducir los pensamientos depresivos al centrarse en los recuerdos positivos o en las cosas que han sucedido en el día. Utilizar estas prácticas puede ayudar realmente a cuidar de ti mismo mientras luchas contra la depresión.
Pide ayuda a tus amigos o a tu familia cuando sea necesario.
La depresión es una enfermedad grave que no debe ignorarse. Si llevas mucho tiempo luchando contra ella, pide a tus amigos o familiares que te echen una mano y den lo mejor de sí mismos para ayudar a aliviar algo de tu carga.
Intenta encontrar el sentido de lo que haces, aunque al principio parezca poco.
Tu salud mental es importante, y vale la pena luchar por ella. Aunque a primera vista te sientas como una mota insignificante en el universo, intenta encontrarle un sentido a lo que haces: incluso las cosas pequeñas pueden marcar la diferencia.
Practica la gratitud a lo largo del día.
Si sufres depresión, practicar la gratitud a lo largo del día podría ser la clave para sentirte más feliz y realizado. Para que este hábito de estar agradecido cada mañana y cada noche funcione con la mayor eficacia posible, es útil que tu diálogo interior al reflexionar sobre las cosas de la vida que te hacen feliz sea positivo o, al menos, neutro; las personas que tienen actitudes de pesimismo normalmente no se ven a sí mismas mejorando porque están muy centradas en lo que les pasa en lugar de apreciar sus puntos fuertes. Si la conversación con uno mismo empieza a tomar un cariz negativo mientras haces las listas en voz alta, intenta pensar en otros aspectos de ti mismo o en algo que no tenga nada que ver, como un paisaje pintoresco fuera de tu ventana.
Acude a la terapia de un profesional para que te guíe en el proceso de superación de la depresión y te enseñe a gestionar las responsabilidades.
Con la ayuda de un terapeuta profesional, puedes superar tu depresión y aprender a gestionar todo lo que la vida nos depara. Por eso es importante que las personas que sufren depresión acudan a un psicólogo o psicoterapeuta. Ellos podrán guiarles en la superación de sus episodios depresivos y enseñarles estrategias para gestionar las responsabilidades que tengan entre las sesiones de terapia.
La terapia es una forma estupenda de liberarse de la pesada carga que la depresión supone en la vida de una persona, dándole la oportunidad de hablar de sus sentimientos con alguien que entiende por lo que está pasando. Hablar ayuda a liberar las emociones que pueden haber estado reprimidas durante meses o años, lo que permite aumentar la claridad y centrarse en otras tareas necesarias sin distracciones.
La depresión es una enfermedad mental agotadora que puede dificultar la realización de las tareas cotidianas, pero hay algunas formas de afrontarla. Una forma sería probar la terapia, que se ha demostrado que ayuda a las personas a sentirse mejor y a tener pensamientos más positivos sobre sus vidas. Sin embargo, la terapia no es la única opción; muchos encuentran alivio incluso con algo tan sencillo como el ejercicio. Así que no te rindas si te sientes abrumado por este trastorno debilitante; en su lugar, ten en cuenta estos útiles consejos para vivir con depresión, de modo que puedas volver a la vida.