Todos sabemos que procrastinar es malo para nosotros. Puede provocar estrés, ansiedad y malas notas. Pero, ¿por qué posponemos las tareas cuando hay tantos beneficios en ser productivos? La respuesta puede estar en nuestro cerebro. Todos tenemos una parte del cerebro llamada «amígdala» que sirve como sistema de alarma que nos alerta cuando algo puede ser amenazante o peligroso. Esto puede hacer que evitemos ciertas tareas porque nos parecen abrumadoras o difíciles. Si quieres que te ayuden a acabar con el hábito de la procrastinación, esta entrada del blog te dará algunas técnicas para evitar que vuelva a ocurrir.
Planifica tu día la noche anterior para saber qué hay que hacer y cuándo.
¿Eres un procrastinador crónico? Si es así, esto te ayudará a evitarlo: Planifica tu día la noche anterior y establece objetivos claros. Una planificación adecuada te permitirá terminar las tareas importantes en menos tiempo y tener suficiente tiempo libre para las actividades sociales.
Divide las tareas grandes en trozos más pequeños y manejables.
La procrastinación es una forma de autosabotaje. Puede ser fácil procrastinar cuando hay grandes tareas que necesitan ser terminadas, pero esto sólo hará que la tarea sea más difícil y te causará un estrés innecesario a largo plazo. Para evitar o, al menos, limitar la tentación de hacerlo: divide los objetivos más grandes en trozos más pequeños con plazos; establece plazos para estos pequeños proyectos, así como para cualquier otro proyecto que tengas en marcha; establece hábitos -como rutinas matutinas o planes de ejercicio- para garantizar el éxito a lo largo de esos intervalos entre cada fecha límite y, si tiene sentido, incluso programa mini-descansos cada hora, lo que ayuda a evitar el agotamiento en períodos de tiempo más largos.
Fija un temporizador para el tiempo que vas a trabajar en una tarea o proyecto; cuando se acabe el tiempo, deja de trabajar en esa tarea concreta.
Para evitar procrastinar, establece un temporizador para el tiempo que vas a trabajar en una tarea o proyecto. Cuando se acabe ese tiempo, deja de trabajar y tómate un descanso antes de volver a empezar.
Centrarse en una sola cosa a la vez a veces puede ser difícil, pero vale la pena intentarlo si nos ayuda a conseguir nuestros objetivos antes.
Recompénsate con pequeñas recompensas después de completar ciertas tareas: esto te ayudará a motivarte para completar también otras tareas.
Recompensarte a ti mismo es una forma estupenda de motivarte para seguir adelante con la tarea que te hizo procrastinar en primer lugar. Si te das pequeñas recompensas por completar tareas, como ver tu programa favorito o relajarte después del trabajo, puedes ayudar a aliviar el estrés y ser más productivo en lo que hay que hacer a continuación.
Evita las distracciones, mientras intentas completar tus tareas relacionadas con el trabajo.
A veces puede parecer imposible concentrarse en otra cosa que no sea el último episodio de tu programa favorito, pero es importante que encuentres la manera. Centrarte sólo en una tarea puede ayudarte a realizarla más rápida y eficazmente. Intenta poner una imagen o desactivar todas las notificaciones de las plataformas de redes sociales para que cada clic no te distraiga de tu tiempo de trabajo.
La razón por la que procrastinamos es porque nos sentimos bien en el momento. En otras palabras, cuando estás intentando hacer un trabajo y tu cerebro quiere distraerte con algo más divertido o menos difícil, hay una explicación biológica de por qué ocurre eso. Por eso, si quieres cambiar tu futuro pasando a la acción hoy en lugar de mañana, ¡únete a nuestro $10k mensuales aquí! Aprenderás a dejar de procrastinar de una vez por todas mientras ganas mucho dinero por el camino.