Mucha gente tiene un diálogo interno en su cabeza que está lleno de negatividad y dudas. Este diálogo interno negativo puede dificultar la búsqueda del éxito o de la felicidad, y a menudo conduce a la depresión o a trastornos de ansiedad como el trastorno obsesivo compulsivo (TOC). El primer paso para cambiar este diálogo interno es reconocer cuándo estás participando en un patrón de pensamiento negativo y decirte a ti mismo algo positivo en su lugar; el segundo paso es hacer que estas afirmaciones positivas formen parte de tu rutina diaria, repitiéndolas cada día hasta que se arraiguen en tu vida. Las siguientes 10 frases son afirmaciones positivas que deberías decirte a ti mismo cada día.
1. Soy fuerte.
Repítete a ti mismo cada día «soy fuerte». Céntrate en lo que estás haciendo bien y no en lo que está mal en tu vida.
2. Soy digno.
Todos experimentamos momentos en los que nos sentimos indignos de algo y puede ser difícil liberarse del ciclo. El primer paso es reconocer tu valía y repetirlo una y otra vez hasta que lo asimiles.
3. Merezco amor.
Repítete a ti mismo cada día que “me merezco el amor». A menudo nos olvidamos del hecho de que somos seres humanos con sentimientos y necesidades básicas.
4. Lo que no me mata me hace más fuerte.
Todos tenemos momentos en nuestra vida en los que tenemos ganas de rendirnos, pero ¿qué sentido tiene?
5. El fracaso es sólo una oportunidad para el éxito.
Todos fracasamos. Forma parte de la vida. No somos seres perfectos y nunca lo seremos, así que no hay que avergonzarse de fracasar y siempre hay una forma de volver a levantarse.
6. Mi voz importa.
Sé que a veces es difícil de creer, por la forma en que nos tratan o por lo que la gente dice de nuestras opiniones. Recuerda esto: Mi voz importa. ¿La tuya? ¿La mía? Todas las voces importan. Nuestras palabras son poderosas y tienen un impacto en los demás. Necesitamos que se nos escuche para poder hacer un cambio para nosotros mismos, y para los que vengan detrás. Y si sientes que tu voz no importa, repite estas palabras en voz alta: ¡Mi voz importa!
7. La felicidad es mi derecho de nacimiento.
Se dice que todos nacemos con derecho a la felicidad. A veces, puede parecer que nos han quitado este derecho y que no hay forma de recuperar lo que hemos perdido. Pero la verdad es que la felicidad siempre está disponible para quienes la buscan y saben dónde encontrarla. Sólo tenemos que recordarlo cada día al levantarnos por la mañana, y repetir estas palabras en voz alta «La felicidad es mi derecho de nacimiento». A continuación, trabaja para crear tu propia felicidad haciendo cosas que te gusten y probando también cosas nuevas. Así estarás en camino de descubrir lo divertida que puede ser la vida.
8. Hay algo bueno en todo.
Cuando te dices esto a ti mismo, hace que cada día sea más fácil. Incluso los días en los que nada parece ir bien o en los que te sientes deprimido, siempre hay algo bueno en todo. No es fácil al principio, pero después de un tiempo, empezarás a notar las pequeñas cosas y éstas harán que tu día sea mejor.
9. El futuro parece brillante.
No es sólo el sol el que te da esperanza, sino también tus propias palabras y acciones. Aunque parezca que nunca hay tiempo suficiente en el día para hacer todo lo que hay que hacer, tienes mucho potencial dentro de ti y de los demás que te rodean. El poder de la positividad permitirá que las cosas sucedan sin esfuerzo y con menos estrés en tu mente cuando te ocupes de las responsabilidades a lo largo de cada día.
10. Tengo todo el tiempo del mundo.
¿Alguna vez has sentido que estás demasiado ocupado para la vida? Ya sabes, esa sensación de que tienes tantas cosas en tu plato y no hay suficiente tiempo en el día para hacerlo todo. En cualquier caso, dejar una sola cosa sin terminar puede provocar ese aplastante sentimiento de culpa. Pues bien, estoy aquí para decirte que no existe el concepto de «demasiado ocupado», porque si queremos recuperar nuestro tiempo, sólo tenemos que hacer lo que hay que hacer durante las horas en que estamos despiertos: ¡repítete! “Tengo todo el tiempo del mundo”.
Es hora de empezar a hablar el nuevo lenguaje del éxito. Tómate unos minutos cada día y dite a ti mismo estas afirmaciones hasta que se arraiguen en tu rutina diaria, porque sólo actuando ahora podemos cambiar nuestro futuro a mejor.