La única manera de enamorarte de ti mismo es amando las cosas que haces por ti. La idea del amor propio puede ser paralizante y hacer que algunas personas se sientan egoístas o poco amables. Sin embargo, no se trata de ser perfecto, sino de hacer algo amable por ti mismo cada día y aprender a aceptar todos tus defectos como parte de todo tu ser. El amor propio es tan importante porque cuando somos capaces de vernos a nosotros mismos bajo esta luz, también somos capaces de ver a los que nos rodean con mayor claridad. Amarse a sí mismo nos permitirá compartir nuestro amor libremente, sin miedo al rechazo. Esta entrada del blog te va a enseñar a enamorarte de ti mismo:
Mírate en el espejo y elogia tus rasgos físicos.
Ponte delante del espejo y pon tu mejor cara. Mírate durante unos minutos antes de hacer cualquier otra cosa. Di qué es lo mejor de tu forma de ser, ¡porque todos tenemos puntos fuertes que necesitan ser reconocidos!
No te preocupes si no te parece mucho cada vez; sólo tienes que saber que alguien ahí fuera apreciará este tipo de autocuidado más de lo que nadie puede imaginar.
Pasa tiempo con personas que te hagan sentir bien contigo mismo.
Elegir amigos que saquen lo mejor de ti es una de las cosas más importantes que podemos hacer. Pasa tiempo con personas que se esfuerzan por ser positivas y gastan su energía en elevar a otras personas, en lugar de hundirlas.
Para sentirte bien contigo mismo, tienes que pasar tiempo con personas que te hagan sentir bien. Esto puede ser difícil a veces porque a menudo tenemos la mala costumbre de salir con la gente equivocada. La forma de vestir y actuar en público es un indicador de tu autoestima. Si es baja, lo más probable es que los que te rodean también tengan una baja autoestima. Es importante que todos nos rodeemos de gente positiva para poder construir nuestra propia confianza y felicidad.
Deja de compararte con los demás y aprecia lo que te hace diferente.
Todos tenemos momentos en los que sentimos que no somos lo suficientemente buenos. Nos comparamos con los demás y pensamos que son mejores que nosotros. La verdad es que todo el mundo tiene sus propias inseguridades y luchas que le hacen ser quien es. Cuando dejas de compararte con los demás, puedes centrarte en tus puntos fuertes y apreciar lo que te hace diferente en lugar de intentar ser otra persona.
Cuida tu cuerpo comiendo sano, haciendo ejercicio y dedicando un tiempo a la relajación cada día.
Tú estás a cargo de una cosa: tu cuerpo. Es el único hogar que tendrás, y tiene que estar sano para una larga vida con muchas aventuras por delante.
El cuerpo necesita cuidarse para funcionar de forma óptima. Esto es algo de lo que a menudo nos olvidamos al pasar nuestros días, pero es realmente importante. Comer sano, hacer ejercicio y dedicar tiempo a la relajación son elementos clave que pueden ayudarte a sentirte con más energía y menos estresado.
Prueba cosas nuevas para que la vida siga siendo interesante.
¿Te encuentras aburrido de tu vida o de las cosas que haces? La vida puede volverse monótona, así que ¿por qué no probar algo nuevo para mantenerla interesante? Empieza por amar lo que haces. Si hay algo en tu vida que es realmente importante para ti, empieza a hacerlo, porque la mejor manera de mantener viva la alegría es hacer lo que nos hace felices. Cuando trabajamos en nuestras pasiones y las hacemos a menudo, se convierten en parte de lo que somos. Y cuando amamos lo que hacemos, todo lo demás también mejora.
El amor propio no es un destino, es más bien un viaje continuo. La dificultad del amor propio radica en la idea de que debemos amarnos incondicionalmente cuando hay muchas partes de nosotros que no siempre encajan bien. Dicho esto, si puedes aprender a aceptar tus defectos como parte de lo que eres y hacer algo amable por ti cada día, ¡el cambio real se producirá!