El mundo es un lugar aterrador para vivir. Las decisiones que tomamos se hacen a menudo por miedo o presión, ¡pero no hay necesidad de tener miedo! Acompáñanos mientras desglosamos los cinco pasos que puedes dar para tener confianza en tu capacidad de tomar decisiones:
1. Reconoce tus puntos fuertes y débiles para ser consciente de tus limitaciones.
Es esencial que reconozcamos nuestros puntos fuertes y débiles, para que podamos avanzar con confianza en nuestros planes sin miedo a no poder llevarlos a cabo.
Como todos somos diferentes, es importante saber cuáles son nuestros puntos fuertes y débiles para poder trabajar en las cosas que necesitan mejorar. Una vez que seas consciente de tus limitaciones, tendrás más confianza en ti mismo a la hora de tomar decisiones, porque sabrás que has tomado la mejor decisión posible en función de tus habilidades.
2. Céntrate en el proceso, no en el resultado de las decisiones.
Mucha gente cree que si sólo se centra en el resultado, entonces tendrá éxito. Esto no siempre es cierto. En el proceso es donde debe ponerse la mayor parte de tu esfuerzo. Si buscas constantemente motivación e inspiración, intenta centrarte en lo que puedes hacer ahora para empezar con el proceso. Hay tantas variables que considerar que a menudo es difícil saber qué decisiones son las mejores para ti. Puede ser difícil, pero con un poco de práctica y comprensión de tus propias necesidades personales, te encontrarás con más confianza para tomar tus propias decisiones.
Es fácil dejarse llevar por la idea de que la vida es una gran competición. Da la sensación de que te esfuerzas al máximo y que si no funciona, no tiene sentido. Sin embargo, lo que olvidamos es que el proceso de toma de decisiones puede ser fortalecedor, no lo que ocurre porque el resultado no está garantizado. La clave aquí se reduce realmente a tener una mentalidad sana al tratar con el riesgo; abrazar todas las posibilidades, así como estar preparado para el fracaso, siempre que aprendas de él en el camino.
3. Haz una lista de los pros y los contras de cada decisión antes de tomarla.
En una época en la que hay que tomar muchas decisiones, todos queremos el mejor resultado. Pero antes de tomar cualquier decisión, siempre es bueno pensar en las dos partes de ese argumento y sopesar a fondo tus opciones primero, para poder darte todas las posibilidades de éxito.
Probablemente no te sorprenda que te diga lo importante que es tomar buenas decisiones hoy en día, pero lo que más importa es dedicar tiempo a investigar previamente. Debes tener en cuenta las consecuencias de cada elección y luego preguntarte «¿Qué significará esto mañana?» Especialmente si es una decisión grande.
Hacer una lista de los pros y los contras de cada decisión antes de tomarla te ayudará a tomar una decisión informada que te beneficie al máximo. El primer pro es que este sistema te permitirá tener más tiempo para pensar en las decisiones con menos presión de las opiniones de otras personas. Otro punto a favor es que podrás ver las consecuencias ocultas antes de decidir qué curso de acción tomar, de modo que no habrá sorpresas más adelante.
4. Habla con otras personas que hayan pasado por situaciones similares.
Mucha gente ha pasado por la misma situación antes que tú. Habla con todas las personas que estén en una situación similar a la tuya y pide su opinión sobre lo que harían si estuvieran en tu lugar. Puede que te sorprenda la cantidad de consejos que hay por ahí y que pueden ayudarte a tomar una decisión informada sobre tu vida.
Acude a amigos y familiares que hayan pasado por algo similar para que te apoyen o te aconsejen antes de tomar tu decisión, de modo que puedas sentirte más seguro en el proceso de tomar medidas en esta situación. El hecho de acudir a ellos no sólo te tranquilizará, sino que también te ayudará a aliviar tu preocupación, ya que personas bienintencionadas compartirán sus propias experiencias contigo.
5. Pregúntate si estás tomando esta decisión porque es lo que otras personas quieren o esperan de ti en lugar de lo que es mejor para ti personalmente.
¿Te arrepientes a menudo de tus decisiones? Si es así, puede que sea el momento de dar un paso atrás y contemplar realmente lo que es mejor para ti. Antes de tomar cualquier decisión sobre qué camino tomar en la vida, siempre deberíamos preguntarnos primero si realmente es algo que otra persona quiere de nosotros más que nuestros propios deseos y necesidades; pero también si es sólo una excusa, porque hacer cualquier cosa nueva también puede dar miedo a veces.
Un buen ejemplo de esto es la decisión de convertirse en médico. La importancia que se da a convertirse en uno no hace más que aumentar en la cultura popular, y cada día es más difícil liberarse de ese molde para alguien que preferiría ser artista o actor sin esas aspiraciones.
Cuando tomamos decisiones basadas en el miedo o la presión, en lugar de en lo que queremos para nosotros a largo plazo, esto puede impedirnos alcanzar nuestro máximo potencial y vivir la vida que nos hace felices. Si tienes miedo de tu futuro, ¡únete al Reto $10k mensuales hoy mismo! Para ser parte de una comunidad privada de otras personas que trabajan para alcanzar el éxito.