La mayor barrera para el éxito de la mayoría de la gente es su propio estado mental. No se trata de la inteligencia o de las habilidades, sino de la mentalidad de la persona y de cómo se ve a sí misma en relación con lo que intenta conseguir. Si eres capaz de cambiar tu perspectiva y tomar el control de tus pensamientos, podrás tener éxito en cualquier cosa que te propongas.
Esta entrada del blog explorará lo que significa que la mentalidad de alguien sea sana o insana, con consejos sobre cómo puedes cambiar de un lado del espectro al otro si es necesario.
Cambia tu mentalidad para superar la barrera del éxito.
Muchas personas han conseguido sus objetivos porque han cambiado su mentalidad. Tú también puedes conseguir cualquier cosa siempre que te mantengas centrado en la razón por la que lo haces por ti mismo.
Es fácil dejarse llevar por la idea de ser incapaz, ¡pero no tiene por qué ser así! Créeme cuando te digo que hay mucho más dentro de tus capacidades de lo que parece. No lo dudes y simplemente inténtalo: te sorprenderás de como cambiará tu suerte en cuanto empieces a creer en ti mismo y a arriesgarte sin preocuparte por los posibles fracasos en el camino.
Los errores son oportunidades para aprender y crecer, no motivos de autoderrota. Cuando cometas un error o fracases en algo no significa que eso sea todo en tu vida; piensa en ello como una oportunidad y no como el fin. Recuerda estas palabras cuando las cosas no vayan según el plan: «Nunca viviré hasta que deje de intentarlo».
La única forma de aprender del ensayo y el error es cometiendo primero esos errores para luego experimentar sus consecuencias. Hace falta valor y paciencia con uno mismo cuando inevitablemente ocurren, pero si los reconocemos como oportunidades en lugar de contratiempos, habrá muchas más victorias esperando en el horizonte.
El pensamiento positivo es una habilidad, y como cualquier otra habilidad, requiere práctica para dominarla. Puede parecer difícil al principio porque estás acostumbrado a sentirte abrumado cuando te enfrentas a tantas posibilidades de lo que puede salir mal en la vida o de cómo se desarrollará el futuro para tu familia. Pero recuerda que cada vez que ocurre algo malo siempre hay muchas más cosas buenas a nuestro alrededor de las que ni siquiera somos conscientes, como diferentes oportunidades que nos esperan si abrimos los ojos.
Los pensadores positivos toman las riendas de sus pensamientos comprendiéndolos y eligiendo después si quieren que esos pensamientos les rodeen a ellos o a los demás, y aceptando también lo negativo en sus vidas sin dejar que esas emociones negativas afecten negativamente a su estado de ánimo.
Deja de ser tan duro contigo mismo y céntrate en lo que puedes hacer mejor la próxima vez.
Sólo somos humanos, cometemos errores. Está bien estar decepcionado contigo mismo por un momento, pero no te ayudará a crecer más si te quedas con ese sentimiento de decepción y empiezas a ser duro contigo mismo.
A menudo puedes sentirte como un fracaso cuando algo no sale como habías planeado, ya sea porque hubo mala suerte o simplemente por tu propia culpa. Pero lo importante es que no te deprimas por lo que ha salido mal esta vez y te centres en lo mejor preparado que estás para seguir adelante.
Es muy fácil dejarse llevar por el pasado y centrarse en lo que creemos que salió mal. Entonces, a medida que pasa el tiempo, puede parecer que no nos queda otra cosa que hacer más que morar en nuestros remordimientos. Créeme, sé lo que se siente después de todas esas veces que has dudado de ti mismo o de tus habilidades para fracasar una y otra vez; ¡realmente hace mella en la autoestima de uno! Pero la cuestión es que el hecho de vivir no cambia nada: lo único que se consigue con certeza es que uno se sienta más miserable que antes, lo cual, francamente, no es un resultado al que nadie deba aspirar, ni él mismo ni los demás, que también se están esforzando al máximo. En su lugar, ¿por qué no mirar hacia adelante? Ver hacia dónde pueden ir las cosas.
Tú estás a cargo de tu propia vida. Puedes revolcarte y buscar excusas de por qué no has tenido éxito todavía, o levantarte para volver a intentarlo.
Si quieres tener éxito en la vida, deja de ser tan duro contigo mismo y visualiza tus objetivos como si ya los hubieras conseguido.
Lo único que se interpone entre tú y el éxito es la voz dentro de tu cabeza que te dice que eso no puede suceder para alguien como yo; nunca sabré lo afortunado que soy porque de todas formas todo sale mal. Deja de escuchar esta charla autodestructiva. Si realmente creemos en algo, nuestra mente encontrará la forma de hacerlo realidad aunque parezca imposible a primera vista. Visualiza lo que es posible no sólo con una imagen, sino también sintiendo lo bien que te sientes cuando esas cosas están sucediendo o ya han sucedido: ve a la gente felicitándote, escucha su asombro por todas esas cosas geniales que salen de la nada… Imagina todo.
Crea un plan que te permita alcanzar el éxito.
Te mereces sentirte bien contigo mismo, y eso empieza con un plan. Cuando seas duro contigo mismo por no llegar antes o tan rápido como otras personas, piensa en la primera vez que se propusieron: ¿Cómo empezaron? ¿Cuáles fueron sus plazos y pasos en el camino que les llevaron a donde están ahora? Reconoce tus propios puntos fuertes creando una línea de tiempo personalizada con las cosas que puedes lograr cada día hasta alcanzar tu objetivo.
A veces, es difícil saber cómo y por dónde debemos empezar cuando intentamos conseguir algo grande. Puede que lo mejor para nosotros, no sólo a corto plazo, sino también a largo plazo, sea dar pasos más pequeños y más asequibles para que nuestro éxito se convierta en una bola de nieve con el tiempo
A menudo es difícil decidir qué hay que hacer primero o qué elementos de una lista deben completarse antes que otros. Nuestra propia duda provoca a veces esa sensación de agobio en la que todo parece una tarea imposible al mismo tiempo y sin un camino claro hacia adelante. Sin embargo, hay otra manera: ¡un paso a la vez! En lugar de mirar hacia arriba, hacia todas esas tareas desalentadoras, intenta emprender ahora acciones manejables, dividiéndolas en trozos del tamaño de un bocado.
Es importante tener paciencia contigo mismo cuando se trata de la superación personal. Cuando dejes de ser tan duro contigo mismo, y en su lugar trates tus objetivos como un maratón en lugar de un sprint, el proceso parecerá más manejable porque no hay límites de tiempo ni plazos para el éxito.
No tengas miedo de probar nuevos enfoques o de pedir ayuda si es necesario.
La clave del éxito no es un secreto. Necesitas la mentalidad correcta, las herramientas adecuadas y tienes que ser persistente. Si al principio no tienes éxito, inténtalo de nuevo. Hasta que no pruebes algo nuevo no sabrás que no es de tu gusto o preferencia personal. Así que si hay múltiples formas de hacer las cosas y una no funciona como esperabas, sigue probando y encuentra un método que te facilite todo en la vida de acuerdo con lo que deseas.
La mayoría de la gente se enfrenta a un obstáculo bastante grande cuando se trata de tener éxito: ellos mismos. Por mucho que nos esforcemos, siempre habrá algo que nos impida dar lo mejor de nosotros mismos en todos los aspectos de la vida. ¿La solución? Considerar tus puntos fuertes y débiles haciéndote estas preguntas: ¿En qué necesito más ayuda? ¿Cómo puedo utilizar mi punto fuerte como una oportunidad de crecimiento o mejora?
No tienes por qué pasar por todo el proceso solo si otra persona puede hacer un trabajo mejor, y por eso hay tantos profesionales en diversos campos que prestarán de buen grado su experiencia y sus habilidades a quienes lo pidan con sinceridad. Preguntar sobre cosas que están fuera de tu ámbito puede parecer intimidante al principio, pero una vez que sepas qué tipo de recursos hay disponibles, el éxito empezará a ser más fácil.
Vivir la vida de forma independiente puede ser duro, pero no es imposible. Consigue el apoyo que necesitas de tus amigos y familiares o de profesionales para que tu independencia sea un éxito.
Encuentra el lado bueno de cada situación.
Es difícil encontrar el lado bueno de cualquier situación, pero no es imposible. Con un poco de esfuerzo y algo de práctica, puedes encontrar la manera de tener éxito en cada situación.
«¿Qué sentido tiene vivir si siempre habrá algo que no sea perfecto en mi vida?». La respuesta es muy sencilla: porque las cosas podrían ir mucho peor. Si dejamos que nuestras preocupaciones crezcan y nos impidan ver todas las partes maravillosas de nuestra vida, entonces acabarán pesando más que todo lo demás hasta que sea demasiado insoportable. Si esto te suena a lo que te ha ocurrido, no te preocupes: puedes cambiar tu visión de la gente feliz o infeliz simplemente aceptando esas imperfecciones como parte de lo que eres en el momento presente, en lugar de centrarte exclusivamente en ellas cuando intentas encontrar defectos en ti mismo o en los demás a tu alrededor.
Cuando estás enfadado, tus acciones y decisiones suelen estar nubladas por la irracionalidad. Puedes arremeter contra los que te rodean o tomar decisiones precipitadas que conducen a resultados lamentables. Por otra parte, cuando la ira se canaliza adecuadamente, puede ser una poderosa fuerza para el bien en este mundo; una salida para las frustraciones reprimidas que nos ayuda a articular nuestras necesidades con mayor claridad, de modo que podamos colaborar con los demás como aliados en lugar de enemigos.
Cuando te enfrentas a una situación difícil, puede ser difícil ver el lado positivo. Si ésta es tu mentalidad de las cosas y quieres cambiar lo negativo o positivo que pueda haber sido para ti un acontecimiento, entonces intenta centrarte en lo que salió bien en ese momento. Centrarte en lo positivo te ayudará a mantener el ánimo alto.
Recuerda que cada uno tiene sus propios retos, así que no te compares demasiado con la demás gente porque eso sólo te hará sentirte peor contigo mismo.
Compararte con los demás es una forma segura de sentirte insatisfecho. Agradece lo que tienes y lo lejos que has llegado, siéntete orgulloso de los progresos realizados hasta ahora, ¡úsalo como combustible para impulsarte aún más! Esto te ayudará a mantener tu mente en pensamientos positivos que sólo servirán para hacerte feliz a cambio.
¿Te has preguntado alguna vez cómo ha llegado a tener éxito otra persona? La realidad es que tuvieron su propio conjunto de circunstancias y retos que superar. Nunca se sabe lo que puede ocurrir en el futuro, así que deberías hacerte cargo de tu destino centrándote en lo que TÚ quieres ser en lugar de preocuparte por los demás a tu alrededor.
Tanto si eres un empresario en solitario como si trabajas en una gran empresa, la mayor barrera para el éxito suele ser tu propio estado de ánimo. Si estás dispuesto y eres capaz de cambiar tu perspectiva y tomar el control de tus pensamientos, entonces nada puede impedirte lograr cualquier cosa que esté a tu alcance. No importa lo inteligente o hábil que sea alguien; si no tiene la suficiente confianza en sí mismo para ver «tengo éxito» en lugar de «no soy bueno en esto», siempre se le hará cuesta arriba.