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4 elementos de un buen discurso

Todo empresario sabe que el éxito nunca está garantizado. Se necesita una increíble cantidad de trabajo y dedicación para tener éxito, pero con estos cuatro elementos de un buen discurso, puedes llevar tus habilidades de presentación al siguiente nivel: el tono, el contenido, la presentación y el lenguaje corporal. Veamos con más detalle lo que implica cada elemento para que te conviertas en el mejor orador que puedas ser.

1. El tono.

El tono de tu discurso puede hacer que sea más o menos eficaz. Te ayudaré a encontrar tu «voz» proporcionando algunos consejos sobre cómo conseguir el tono perfecto para un discurso o una presentación que seguramente resonará en cualquier audiencia:

  • Averigua el objetivo de tu discurso: El discurso se utiliza para expresarse, persuadir, compartir conocimientos e incluso entretener al público. El éxito de cualquier discurso depende de su enfoque: ¿qué pretendes conseguir o transmitir? Un buen orador conocerá su objetivo antes de que comience el acto y será capaz de transmitirlo con convicción. Para ayudarte a precisar tu objetivo, he aquí algunos comunes:
    • Informar.
    • Motivar.
    • Entretener.
    • Educar.
    • Felicitar.
  • Reúne toda la información necesaria sobre el tema en cuestión antes de empezar el borrador final: Cuanto más conozcas e informes sobre lo que vas a hablar, más fácil será elaborar un mensaje atractivo. Incluso puede ayudar a evitar errores comunes como el uso excesivo de ciertas palabras o frases o el olvido de detalles clave.
  • No te limites a leer un guión – Seguro que has estado en una situación en la que estás en el escenario y te ha tocado hablar. Puede ser para una presentación, una entrega de premios o una conferencia, pero siempre hay dos opciones: leer el guión que te han entregado o intentar improvisar. Si podemos aprender algo de los actores que se entrenan mucho antes de salir al escenario, es esto ¡NO LEAS DEL GUIÓN! En lugar de leer palabra por palabra, sin inflexión ni expresión, tómate un tiempo para ensayar, de modo que cuando llegue el momento de pronunciar tu discurso, no tengas ningún problema para hablar con naturalidad y energía, cualidades que te ayudarán a causar una buena impresión a tu público.

2. El contenido.

Es importante que escribamos contenidos que aporten valor y conocimiento, pero que también entretengan al público. He aquí cómo dar con el contenido perfecto para un discurso:

  • Conoce a tu público: No puedes limitarte a escribir algo y esperar que les guste, porque la gente tiene diferentes gustos en cuanto a temas y pasiones. Así que pregúntales qué les interesa o dales una encuesta con algunas preguntas sobre sus vidas para que la información sea más personalizada y se adapte a sus necesidades. Esto no sólo facilitará tu trabajo, sino que te permitirá crear una experiencia en la que haya risas, momentos de silencio durante la reflexión y, finalmente, aplausos al final.
  • Investiga el tema: Un buen discurso es aquel que impulsa al público a actuar. Debe ser informativo, persuasivo y conciso; todo ello puede conseguirse con un poco de investigación sobre tu tema.
  • Encuentra una historia que contar – Las historias son herramientas poderosas que ayudarán a mantener a la gente comprometida y les permitirán recordar más información de tu presentación. Las investigaciones han demostrado que cuando alguien nos cuenta una historia, está involucrando múltiples partes de nuestro cerebro a la vez, ¡lo que significa una mejor retención! Tampoco se trata sólo de contar chistes o entretener con anécdotas humorísticas; cualquier experiencia personal compartida mediante palabras o imágenes puede tener este efecto.

3. La presentación.

Todos tenemos que hacer presentaciones en un momento u otro, ya sea por motivos de trabajo o por una tarea escolar. Un discurso mal presentado puede ser un completo rechazo y hasta puede costarte el puesto de trabajo si haces una presentación a clientes potenciales. Sin embargo, hay varias cosas que puedes hacer para hacer una presentación perfecta.

  • Conoce a tu público: Tu público es tu centro de atención porque es a través de él que puedes crecer y expandir tu negocio. Tienes que saber quiénes son, cuáles son sus necesidades, cuáles son sus preferencias y cómo mantenerlos contentos. Si no entiendes estas cosas sobre tu público, ¡no vas a tener mucho éxito!
  • Utiliza elementos visuales para apoyar tu historia: Tendrás un impacto más significativo en tu audiencia y también podrás comunicarte mejor con ella. Ten en cuenta el modo en que las personas procesan la información visualmente, así como su capacidad de atención, a la hora de tomar decisiones sobre el tipo de recursos visuales que quieres incluir en tu presentación o discurso.
  • Sé apasionado con lo que dices, pero sin ser demasiado dramático – La clave no es sólo hablar con pasión, sino también utilizar esos sentimientos como combustible para las acciones no verbales, como los gestos, las expresiones faciales y el tono de voz. Perfeccionar estas habilidades requiere práctica, pero si dedicas suficiente tiempo y esfuerzo a practicarlas antes de dar un discurso o una presentación importante, ¡la recompensa merecerá la pena!

4. El lenguaje corporal.

Todos hemos visto a personas que están tan nerviosas que no consiguen encontrar las palabras adecuadas o utilizar un lenguaje corporal apropiado. He aquí 3 sencillos consejos pueden ayudarte a ser más eficaz y confiado al dar un discurso:

  • Ponte de pie y mantén el contacto visual con el público: Tu audiencia estará más comprometida y no parecerás nervioso si mantienes el contacto visual con ellos.
  • Utiliza gestos para enfatizar los puntos importantes mientras hablas: No es necesario que seas un actor o un bailarín, pero incorporar algunos gestos básicos a tu presentación hará que sea memorable para quienes te escuchen hablar, además de favorecer su comprensión del material.
  • Sonríe: ¡te hará más simpático! – Sonríe al público y les caerás mejor, lo que significa que tu mensaje se escuchará más alto y más claro. Es una forma fácil de asegurarse de que la gente presta atención cuando presentamos nuestras ideas o pensamientos sobre diversos temas. Sonreír también nos hace sentirnos bien con nosotros mismos, por lo que no es de extrañar que sonreír también ayude a aumentar la confianza en uno mismo.

Espero que hayas disfrutado de este artículo y que te haya proporcionado algunas ideas sobre cómo crear un gran discurso. Recuerda hay cuatro partes principales de un buen discurso: el tono, el contenido, la entrega y el lenguaje corporal. El tono es el estado de ánimo o la actitud que proyecta el orador. El contenido es la información que hay que transmitir para aportar valor a los miembros del público. La presentación la elección de las palabras (o la falta de ellas), los gestos, etc., mientras que el lenguaje corporal incluye la elección de la postura, el contacto visual, etc. Puedes cambiar tu futuro ¡únete al Reto $10k Mensuales!

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