A menudo se piensa en la felicidad como un objetivo por el que se trabaja y se alcanza después de algún tiempo. Hay muchos métodos para llegar a ella, pero es importante no comparar tu viaje con el de los demás. Las siete técnicas siguientes pueden utilizarse en combinación o por separado, y todas tienen diferentes niveles de intensidad. Este artículo explorará lo que implica cada una y en qué se diferencia del resto.
La primera forma es estar agradecido por las cosas que tienes y no pensar en las que no tienes.
«La forma en que piensas es la forma en que la vida actúa con tus pensamientos».
Lo dice Gretchen Rubin en su libro «Proyecto Felicidad». Todos tenemos días buenos y malos, así que hay que agradecer lo que tenemos en lugar de dedicar demasiado tiempo a pensar en lo que nos falta.
Estar agradecido por lo que tienes es la mejor manera de garantizar que tu vida te aporte felicidad. Si nos centramos demasiado en todas aquellas cosas de nuestra vida que nos parecen difíciles o que nos faltan, sentirnos infelices con ellas sólo servirá como un problema adicional más adelante en este camino llamado «vida». Estar contento significa no permitir que los pensamientos negativos sobre uno mismo se salgan de control; sentirse lo suficientemente satisfecho donde se está ahora sin necesitar que se hagan otros cambios antes de avanzar hacia algo nuevo.
La segunda forma es cuidando de ti mismo y encontrando tiempo para el autocuidado.
No siempre es fácil encontrar tiempo para ti, pero merece la pena el esfuerzo. Para ser feliz y sentirte realizado, cuida de tus necesidades, como salir a pasear con tus amigos o dormir lo suficiente cada noche, para que puedas volver sintiéndote renovado.
En tercer lugar, es importante ser consciente de tu vida y de lo que estás haciendo en ese momento, en lugar de vivir en un mundo de fantasía o soñar despierto con otra cosa.
A veces puede ser difícil recordar que la felicidad está justo donde tú estás. A menudo vivimos en nuestros sueños o ensoñaciones, pero esto sólo hace que la vida parezca menos real que lo que realmente ocurre cuando todo encaja para nosotros… ¡y luego están esos momentos de pura felicidad!
Creo que una de las razones por las que la gente no se siente satisfecha con su vida a veces, aunque parezca feliz por fuera, podría tener algo que ver con no ser lo suficientemente consciente tanto al soñar con otro escenario futuro como al centrar toda la atención únicamente en tu interior.
En cuarto lugar, sentirse conectado con los demás también puede conducir a la felicidad, porque se siente bien cuando alguien se preocupa por nosotros o viceversa.
Cuando nos sentimos conectados a los demás, esto puede conducir a la felicidad. Lo sabemos porque cuando alguien se preocupa por nosotros o viceversa (nosotros nos preocupamos por ellos), nuestro cerebro libera oxitocina y dopamina. ¡Esto nos hace felices!
Es posible que no puedas cambiar tu situación actual en la vida: si te sientes desconectado de los demás, así son las cosas en este momento. Sin embargo, PUEDES ayudarte a ti mismo encontrando a personas que sí se preocupan por ti, ya sean amigos en las redes sociales como Facebook o Instagram, donde existe un sentimiento de comunidad; familiares con los que la comunicación se ha roto pero que aún podrían repararse; vecinos cuya compañía proporciona consuelo aunque sus personalidades no coincidan perfectamente; compañeros de trabajo que proporcionan retroalimentación durante situaciones difíciles.
En quinto lugar, compartir tus sentimientos con alguien que te comprende puede ayudar a aliviar el estrés, lo que a su vez conduce a la salud emocional, lo que significa que se sienten más emociones positivas, como la felicidad, y menos emociones negativas.
Compartir tus sentimientos con alguien que te comprenda puede ser una de las formas más poderosas de aliviar el estrés. Cuando hablamos de cómo nos va el día, de lo que nos ha pasado últimamente y de otras cosas de la vida que nos pesan emocionalmente, nos da la oportunidad de liberar algunas de esas emociones. Sentirse escuchado por otra persona no sólo ayuda a reducir los estados emocionales negativos, como la ira o la tristeza, sino que también conduce a otros más positivos, como la felicidad. No importa si se trata de un amigo, un familiar, un cónyuge o un compañero de trabajo: el mero hecho de tener a alguien que nos apoye marca la diferencia en lo bien que nos sentimos mental y emocionalmente.
Las cinco formas de ser feliz que hemos analizado en esta entrada del blog pueden ayudarte a sacar un poco más de provecho de tu día y a disfrutar de la vida que se te ha dado. El resultado final debería ser sentirse más tranquilo, más feliz y más capaz de afrontar lo que la vida nos depara. Así que, ¿por qué no pruebas una o dos de estas estrategias para ti? ¡Te alegrarás de haberlo hecho!