Hay muchas cosas que pueden ser difíciles de afrontar en la vida, pero la respuesta siempre está en tu mentalidad. Esta entrada del blog te ayudará a identificar y cambiar cualquier pensamiento o sentimiento negativo sobre una situación para que puedas seguir adelante.
1. Identifica el pensamiento o sentimiento negativo.
Es difícil identificar el pensamiento o sentimiento negativo que nos impide avanzar. A veces es una idea como «no soy lo suficientemente bueno» o «nunca funcionará». Otras veces, puede ser un sentimiento más sutil de estar atascado o abrumado. He aquí algunos pensamientos y sentimientos comunes que pueden estar frenando tu avance:
- No tengo nada que ofrecer ahora mismo.
- No funcionará de todos modos, así que ¿qué sentido tiene?
- No sé por dónde empezar.
- Esto es demasiado para mí.
- A nadie le interesa mi historia.
Cuando dejamos que estos pensamientos y sentimientos controlen nuestra vida, se convierten en excusas. Son historias que nos contamos una y otra vez hasta que parecen ciertas.
2. Cambia tu perspectiva para ver las cosas desde un ángulo diferente.
Puede ser difícil cambiar la perspectiva de la vida y ver las cosas desde un ángulo diferente. Pero a menudo es la única forma de avanzar en la vida, a veces hay que asumir riesgos o hacer sacrificios. No ocurre de la noche a la mañana, pero si sigues trabajando en ello, ¡siempre hay esperanza!
3. Encuentra algo positivo en la situación y céntrate en ello.
Todo el mundo sabe que la vida no siempre sale como está previsto. Las cosas suceden y no siempre sabemos cómo reaccionar. La vida está llena de estrés y decepciones, y a veces lo único que quieres hacer es meterte en la cama y no levantarte nunca. ¿Pero qué sentido tendría hacer eso? Es hora de que tomes el control de tus pensamientos, para que puedas centrarte en algo positivo en lugar de quedarte con los pensamientos negativos.
4. Sé paciente contigo mismo: puede pasar algún tiempo antes de que empieces a sentirte mejor con lo que ocurre en tu vida.
Si sientes que la vida te está superando, debes saber que puede pasar algún tiempo antes de que las cosas empiecen a mejorar. Sólo tienes que darte un poco más de espacio y paciencia cuando intentes superar tus retos.
5. Practica la autocompasión siendo más amable contigo mismo cuando estés luchando con estos pensamientos o sentimientos.
Recuerda que todos los seres humanos son defectuosos e imperfectos. No estás solo en tu sufrimiento, lo que significa que no tienes que sufrir solo. Si te encuentras luchando con pensamientos o sentimientos negativos sobre un problema que aún no se ha resuelto, intenta practicar la autocompasión abriéndote a alguien que se preocupe por ti o dedicando un tiempo de tu día sólo para ti. De este modo, cuando la lucha se manifieste de nuevo mañana -o la semana que viene-, sabrás cómo abordarla sin machacarte por sentirte un impostor porque «sólo ha sido un día». La autocompasión puede ayudar a amortiguar lo que se siente como un fracaso en los momentos en los que más necesitamos nuestra fuerza para poder seguir avanzando hacia la solución de los problemas que tenemos a mano.
La respuesta para superar cualquier situación difícil está en tu mentalidad. Identificar y cambiar los pensamientos o sentimientos negativos que tienes sobre cómo van las cosas es un primer paso importante. Estos cinco pasos deberían ayudarte a identificar lo que está en la raíz de esas emociones, a cambiar esa perspectiva y a trabajar en lo que te mantiene atascado para poder seguir adelante con tu vida.