¿Ya estás cansado del juego? Parece que todo el mundo tiene su propia estrategia, algunos con más éxito que otros. Algunos parecen ganar, pero ¿cómo lo mantienen? ¿Cómo podemos asegurarnos de que nuestras estrategias funcionan y no estamos perdiendo el tiempo en algo que nunca nos dará el éxito? ¡Necesitamos un plan! Esta entrada del blog te va a enseñar una forma de ganar el juego de la vida: mediante la fijación de objetivos.
1. Lo primero que debes hacer es fijarte un objetivo.
Los beneficios de establecer un objetivo para tener éxito son infinitos. La sensación que se tiene cuando se consigue uno es algo que no se puede comparar con nada en este mundo, ¡y lo más probable es que nos lleve a más éxitos también! Se siente bien saber que nuestro duro trabajo ha dado sus frutos, permitiéndonos obtener ahora recompensas aún mayores; no hay ningún inconveniente, así que no te lo pienses dos veces antes de poner en marcha esas aspiraciones, porque el éxito depende de quién lo quiera.
2. A continuación, debes crear una lista de todas las cosas que te ayudarán a alcanzar tu objetivo.
Mientras trabajas en este objetivo, es importante anotar todas las cosas que pueden ayudar. Cuando pienses en tu plan de ataque para alcanzar dicho objetivo de forma eficiente y eficaz, asegúrate no sólo de que tienen prioridad, sino también de que son lo más detallados posible, para que no se produzcan fallos en la ejecución ni se olvide algo crucial al poner en práctica estos útiles consejos.
3. Una vez que hayas creado tu lista, asegúrate de priorizarla según lo que sea más importante y urgente.
Es importante saber cuáles son tus prioridades en la vida. Esto te permitirá tomar mejores decisiones sobre cuánto tiempo y esfuerzo merece cada tarea, así como cuándo algo necesita atención inmediata o puede esperar un poco más hasta que sea más urgente que otras de la lista.
4. Cuando tengas ganas de abandonar uno de tus objetivos, recuerda por qué querías alcanzarlo en primer lugar y sigue adelante.
Ya has pasado por eso: La sensación de que es demasiado difícil o de que no merece la pena luchar; que la vida nunca cambiará. Pero, ¿y si esto es TODO lo que tienes? Imagina dónde estaríamos sin esos momentos de duda. ¡Necesitamos desafíos! Son males necesarios.
Cuando tengas ganas de abandonar un objetivo, piensa en la primera vez que te motivó e interesó. Si no queda ninguna respuesta o motivación dentro de ti mismo, entonces busca la ayuda de otros que puedan prestarte una palabra de aliento, ¡que haga que las cosas se hagan!
5. Por último, no te olvides de celebrarlo después de alcanzar cada hito, porque somos humanos y necesitamos un poco de ánimo de vez en cuando.
Cada paso dado es una victoria, así que estate atento a los hitos y celébralos. Ya sea un objetivo de ropa o de ingesta de alimentos, no olvides lo bien que se siente recompensándote después de cada uno de ellos.
6. Si algo no funciona como estaba previsto, vuelve al primer paso y empieza de nuevo con un nuevo objetivo.
Lo más importante en este proceso es que siempre hay que mantenerse positivo y motivado; si algo no funciona como se había planeado, entonces sólo hay que volver a la primera etapa (establecer un nuevo objetivo) con otra idea inicial.
7) Recuerda que, por muy dura que sea la vida, los seres humanos siempre tenemos formas de cambiar las cosas, así que nunca pierdas la esperanza. 🙂
Independientemente de la situación, los seres humanos siempre tienen formas de cambiar las cosas. No podemos rendirnos a la primera señal de dificultad, porque no se acaba hasta que nosotros queramos. Hay muchas citas inspiradoras sobre la perseverancia que te mantendrán motivado cuando los tiempos se pongan difíciles. «Un revés es sólo una preparación para un regreso» de John C Maxwell o «no importa lo lento que vayas mientras no te detengas». Estas palabras de sabiduría nos ayudarán a superar cualquier obstáculo en nuestro camino y a asegurarnos de que salimos airosos.
Establecer objetivos y alcanzarlos es una forma estupenda de ganar el juego de la vida. Pero no siempre es fácil, especialmente cuando te sientes desanimado o abrumado por lo lejos que parece tu objetivo en un momento dado. Recuerda que si no estableces un objetivo, no tendrás nada por lo que trabajar para ganar este juego que llamamos vida. Así que escoge una cosa de tu lista, ponte en marcha con los pasos de acción que sean necesarios, ¡y a ver qué pasa! Lo mejor de establecer objetivos es poder celebrarlo después de alcanzar cada hito en el camino, así que disfruta de cada paso mientras te esfuerzas por conseguir otros mayores.