Cuando te sientes mal, puede ser difícil saber cómo responder. A veces la gente recurre a comportamientos autodestructivos, como las drogas o el alcohol, cuando se encuentra en un mal momento, pero eso no siempre les da buenos resultados. Si quieres algunas ideas sobre qué otra cosa puedes hacer cuando tu mente te dice que nunca estará bien, esta entrada del blog tiene algunos consejos estupendos.
1. Reconoce los pensamientos y emociones negativas que te hacen sentir mal.
Tu cerebro a menudo intenta convencerse de lo peor, o se dice a sí mismo que las cosas no tienen remedio. Puedes reconocer lo que está ocurriendo notando cómo se siente en tu cuerpo (por ejemplo, tensión alrededor del cuello/hombros).
2. Desafía estos pensamientos preguntándote si son verdaderos o útiles.
Cuando tu mente te haga tener pensamientos y emociones negativas, desafía estos pensamientos preguntándote si son verdaderos o útiles. Los pensamientos negativos pueden ser desalentadores porque nos hacen sentir que no somos lo suficientemente buenos para nada en la vida, lo cual es definitivamente falso.
3. Sustituye el pensamiento negativo por otro más positivo.
El pensamiento negativo puede ser una epidemia en la sociedad actual. Es difícil encontrar personas que no se vean afectadas por él, y los efectos de los pensamientos negativos pueden perdurar durante horas. La buena noticia es que hay formas de combatir esta condición debilitante, a continuación verás algunos pasos sencillos que puedes dar cada día de modo que tu estado de ánimo mejore y tu vida sea más fácil al enfrentarte a situaciones difíciles:
- Date cuenta de cuándo tienes pensamientos negativos.
- Cuando notes un pensamiento negativo, intenta identificar lo que lo ha provocado y piensa en una perspectiva alternativa.
- Escribe los pensamientos negativos para que no consuman tu mente.
- Sustituye esos pensamientos por otros positivos: dite a ti mismo que todo va a ir bien o que pronto ocurrirá algo bueno.
- Haz cosas que te hagan feliz, como hacer ejercicio, leer un libro, cantar karaoke en un bar con amigos, etc.
- Habla de tus sentimientos en lugar de embotellarlos en tu interior.
4. Recuerda lo que has conseguido en tu vida hasta ahora y lo orgulloso que deberías estar de ello.
Es importante recordar lo que has conseguido en tu vida hasta ahora y lo orgulloso que deberías estar de ti mismo. No pasa nada si tu mente te hace tener pensamientos negativos a veces, pero no dejes que te superen.
5. Cuida de ti mismo haciendo cosas que te hagan feliz.
Es fácil dejarse llevar por el ajetreo de la vida. A veces, parece que nunca hay suficientes horas en el día para todo lo que hay que hacer. La realidad es que tienes 24 horas al día, como todo el mundo, y si no te cuidas haciendo cosas que te hagan feliz, es muy probable que tu estado de ánimo empiece a caer en la depresión, lo que puede provocar todo tipo de problemas de salud. Así que, ¿por qué no pruebas una o dos actividades nuevas esta semana? Pueden parecer una tontería al principio, pero podrían acabar siendo algo realmente especial tanto para tu bienestar emocional como físico.
6. Practica la autocompasión.
Es muy fácil ser autocrítico. Cuando sentimos que nuestro rendimiento no está a la altura, es natural tener un diálogo interno negativo. El problema de este tipo de pensamiento es que no sólo nos hace sentirnos peor con nosotros mismos, sino que además se convierte en un círculo vicioso en el que nos menospreciamos constantemente. Aprender a practicar una mayor autocompasión puede ayudarte a romper este ciclo y permitirte disfrutar más de la vida aceptándote a ti mismo, incluso en los momentos difíciles o cuando las cosas no salen como habías planeado.
Al final, todo depende de ti. Tú eres el único que puede hacer que te sientas mejor mientras cuidas de tu mente y tu cuerpo. Cuanto más practiques estas estrategias para afrontar los pensamientos negativos, más fácil te resultará cuando vuelvan a llegar esos momentos de la vida que nos hacen sentir mal con nosotros mismos. Practicando la autocompasión y dedicando tiempo a hacer cosas que nos gustan cada día, podemos encontrar un poco de felicidad incluso en nuestros días más oscuros.