Para estar en un yo positivo necesitas tener un buen equilibrio entre lo negativo y lo positivo. Pero si te encuentras constantemente deprimido, falto de motivación, o pensando en los errores del pasado, es posible que tu yo negativo haya tomado el control. Esta entrada del blog explorará qué señales de advertencia indican que tu lado negativo ha tomado el control de tu vida y cómo puedes recuperar el control de este lado.
1. Sientes que todo lo haces mal.
Si sientes que todo va mal es una señal de que estás en el yo negativo. Puede que estés sintiendo muchas cosas en este momento, pero recuerda respirar profundamente y mirar tu vida desde otra perspectiva. Intenta encontrar algunos aspectos positivos en lo que está sucediendo y reflexiona sobre cómo esto te hará más fuerte. Puede que ahora no lo parezca, pero, con el tiempo, estas luchas conducirán a algo mejor para ti o para otra persona. Recuerda que la felicidad no consiste en ser feliz todo el tiempo; a veces necesitamos experimentar la tristeza para saber cuándo volvemos a ser verdaderamente felices. Hay veces que necesitamos días malos para que nuestros días buenos signifiquen más de lo que significarían de otro modo.
2. No crees en ti mismo ni en tus capacidades.
La cuestión de si eres o no lo suficientemente bueno es algo a lo que todo el mundo tiene que enfrentarse en algún momento de su vida. Es algo que surge de vez en cuando, pero para quienes luchan constantemente con ella, la respuesta podría ser un signo de problemas más profundos. Todos tenemos dudas sobre nosotros mismos de vez en cuando, pero cuando estos sentimientos se vuelven más frecuentes e intensos pueden conducir a problemas mayores como la ansiedad y la depresión. Entonces, ¿qué deberías hacer si siempre dudas de ti mismo? He aquí algunos consejos:
- Reconoce que tienes un problema de dudas sobre ti mismo.
- Deshazte de los amigos negativos y de las personas que no creen en ti.
- Cuida tu salud física comiendo bien, haciendo ejercicio y durmiendo lo suficiente.
- Practica afirmaciones positivas para mejorar la forma en que piensas en ti mismo; por ejemplo, «soy fuerte» o «puedo hacer cualquier cosa que me proponga».
- Recuerda que nadie es perfecto; todo el mundo tiene cosas en las que es bueno y en las que no lo es tanto.
- Céntrate en lo que es importante para ti (por ejemplo, tu familia) en lugar de compararte con los demás.
3. Crees que los demás te juzgarán por no ser perfecto.
¿Cuál es tu peor miedo? ¿Las palabras duras de un ser querido, o incluso de desconocidos? Ser juzgado por no ser perfecto. Es un signo del yo negativo y puede ser debilitante. En la sociedad actual, siempre se espera que demos lo mejor de nosotros mismos y que nunca cometamos errores. Se nos hace sentir que si no tenemos esa perfección, no valemos nada. Esta presión hace que queramos escondernos en el miedo y renunciar a la vida porque a veces es demasiado para nosotros, cuando lo único que queremos es la aceptación y el amor, sin importar los defectos que puedas tener en la vida.
Desgraciadamente, es demasiado habitual que la gente sea juzgada por los demás simplemente porque no es perfecta. Todos tenemos nuestros propios defectos e inseguridades, pero es importante que aprendamos a querernos a pesar de ellos. Es muy fácil sentir que tienes que cumplir las normas de perfección de los demás para que te acepten, pero la verdad es que nadie será nunca perfecto. Eso no significa que no debamos esforzarnos al máximo o renunciar a lo que queremos, sino saber que siempre habrá cosas de ti mismo que no te gusten y que unos días te sentirás mejor que otros. Lo que más importa es tu mentalidad y cómo eliges llevarte por la vida con orgullo sabiendo que TÚ vales cada segundo.
4. Te comparas con los demás y con lo que han conseguido o hacen mejor que tú.
Si te comparas con los demás y con lo que han conseguido o hacen mejor que tú, es una señal de que tu autoestima ha bajado. Si esto ocurre, debes saber que hay formas de cambiar la forma de vernos a nosotros mismos. He aquí algunas:
- Deja de pensar en lo que no tienes y céntrate en lo que sí tienes.
- Practica el amor propio cuidando tu cuerpo y tu mente, comiendo alimentos saludables, durmiendo bien y haciendo ejercicio regularmente.
- Pasa tiempo con personas que te hagan sentir bien contigo mismo.
- Encuentra una afición que te haga feliz para que cuando la vida se ponga difícil sea algo que te haga ilusión.
- Agradece las cosas de tu vida, aunque sean pequeñas o no sean perfectas, porque siguen siendo tuyas.
5. Siempre antepones las necesidades de los demás a las tuyas, incluso si eso significa descuidarlas.
Debes intentar ponerte a ti mismo en primer lugar, porque si no lo haces, es una señal de que tus necesidades no están satisfechas y esto podría afectar a lo feliz o satisfecho que te sientes.
Es importante pensar en ti mismo antes que en los demás, aunque pueda parecer una afirmación extremadamente egoísta. Si no pones tus necesidades en primer lugar en todas las ocasiones, a pesar de lo que quieras o de lo mucho que desees, esto podría conducir a problemas de salud mental como la depresión y la ansiedad más adelante, ya que no pensar adecuadamente causará ambos trastornos, así que tenlo siempre presente.
6. Tus pensamientos negativos se descontrolan y te llevan a un estilo de vida poco saludable que te agota a ti y a los que te rodean.
Si dejas que tus pensamientos negativos se descontrolen y te lleven a un estilo de vida poco saludable que te agota a ti y a los que te rodean, significa que hay un problema con la forma en que nos permitimos pensar. Aquí tienes algunos consejos sobre cómo se puede cambiar el pensamiento para que sea positivo:
- Deja de pensar en lo que no tienes.
- Céntrate en los aspectos positivos de tu vida.
- Piensa en todas las cosas buenas que te están ocurriendo ahora mismo.
- Reconoce y celebra tus logros, por pequeños que parezcan.
- Pregúntate «¿Qué me haría sentir mejor?» en lugar de «¿Qué me pasa?».
- Después de un mal día, vete a la cama a una hora razonable y duerme lo suficiente para poder empezar de nuevo por la mañana.
Si estás en el yo negativo, es hora de dar un paso atrás y evaluar lo que necesitas. No puedes cambiar tu pasado ni tu futuro, pero puedes elegir cómo vivir en este momento. No pasa nada si las cosas no salen como las habías planeado; en lugar de centrarte en todo lo que podría haberse hecho mejor, intenta dirigir tu atención hacia lo que salió bien y utiliza esos momentos como estímulo para la próxima vez. Cuando nos centramos en nuestros objetivos y no en nuestros defectos, nos damos permiso para ser imperfectos, ¡que es exactamente donde la mayoría de la gente acaba sintiéndose mejor!