Muchas personas se fijan objetivos demasiado elevados o que no son factibles. Esto puede llevar al desánimo y al fracaso en lugar de al éxito y la felicidad. Es importante que tus objetivos sean realistas para que tengas más posibilidades de alcanzarlos. En esta entrada de blog tienes algunos consejos para conseguirlo:
Empieza con pequeños objetivos que puedan cumplirse en un día o menos.
Establecer pequeños objetivos es importante para que puedas tener expectativas realistas sobre tu progreso. Todos queremos conseguir grandes cosas, pero es mejor dar algunos pasos hacia un objetivo mayor que no hacer nada en absoluto.
Divide los objetivos grandes e intimidantes en pasos más pequeños.
Divide los objetivos grandes e intimidantes en pasos más pequeños para hacerlos más realistas. De este modo, podrás alcanzar tu objetivo final.
Crea un calendario para tus objetivos.
Un calendario es una herramienta útil para que tus objetivos sean realistas. Si creas un calendario aproximado sobre el tiempo que crees que vas a tardar en realizar determinadas tareas, las posibilidades de sentirte abrumado se reducen considerablemente y asignar más tiempo del necesario también es menos probable.
Asegúrate de que estableces objetivos realistas.
Asegurarte de que estableces objetivos realistas te garantizará el éxito a la hora de alcanzarlos. Esto se debe a que es importante saber lo que se puede lograr, de modo que cuando se haya completado un objetivo, no queden expectativas insatisfechas para el futuro. La mejor manera de rendir cuentas y avanzar hacia los resultados deseados es establecer objetivos claros que definan exactamente lo que debe ocurrir. Cuando esto no se hace correctamente, la gente tiende a no llegar tan lejos o a no lograr nada en absoluto, ya que no tienen ninguna razón específica por la que deban seguir trabajando en su proyecto hasta completarlo, ¡tanto si les lleva una semana como cinco años!
Busca a alguien que haya conseguido el mismo objetivo que tú y pregúntale por su experiencia; esto te ayudará a poner las cosas en perspectiva.
Los beneficios de acudir a alguien que ya ha conseguido el mismo objetivo que tú incluyen tener objetivos realistas y saber que otros han conseguido lo que se proponían.
Si tu objetivo es perder peso, puede ser útil que preguntes a otra persona que haya perdido con éxito la misma cantidad de peso que tú cómo fue su experiencia. Esto te dará una visión más realista sobre si ese objetivo es alcanzable o no y sobre el esfuerzo que supone conseguirlo.
Recompénsate después de alcanzar tu objetivo.
Aunque no queramos, es importante que te recompenses por alcanzar tu objetivo. Esto te ayudará a motivarte y a animarte a conseguir también futuros objetivos.
Recompénsate a ti mismo después de alcanzar tu objetivo para que tu nueva motivación no disminuya, pero no seas demasiado duro contigo mismo, porque si te castigas constantemente por cada error o fracaso, acabarás por agotarte, lo que puede tener consecuencias negativas en todos los ámbitos de la vida.
Con estas estrategias en mente, deberías ser capaz de establecer objetivos alcanzables y lograrlos. Es importante que tus objetivos sean realistas para que tengas más posibilidades de alcanzarlos. Si el objetivo es demasiado alto o no es alcanzable, te llevará al desánimo y al fracaso en lugar de al éxito y la felicidad. Divide tu objetivo en tareas más pequeñas que puedan realizarse en un día o menos; establecer pequeños hitos te mantendrá motivado y te dará algo que celebrar en cada paso del camino. Y no te olvides de recompensarte por todo tu esfuerzo.