¿Alguna vez has sentido que ya no tiene sentido hacer nada? Por ejemplo, cuando te levantas de la cama por la mañana para ir a trabajar, nada parece merecer la pena. Te limitas a seguir el ritmo y no disfrutas realmente de la vida. Esto puede ser un síntoma de depresión u otra enfermedad mental, pero también puede deberse a la falta de motivación. Pero, ¿y si te dijera que esto es algo que puede cambiarse? Es sencillo: todo lo que necesitas es un cambio en tu mentalidad.
No importa lo pequeño que sea: ¡descubre lo que te motiva y utilízalo como ancla para todo lo demás! A continuación hemos recopilado algunos consejos sobre cómo recuperar la motivación personal, así que ¡empieza a leer ahora!
Duerme lo suficiente.
Dormir es la mejor manera de aumentar nuestros niveles de energía, estado de alerta y motivación.
Mantener un horario de sueño regular puede aumentar el rendimiento durante el resto del día, así como mejorar el estado de ánimo al disminuir la irritabilidad, la ansiedad y el estrés. Además, los estudios demuestran que las personas que duermen más de siete horas por noche tienen un sistema inmunitario más fuerte que les protege contra enfermedades como los resfriados o la gripe.
Come alimentos saludables.
Comer alimentos saludables no sólo te hace sentir mejor, sino que también te ayuda a motivarte. Comer alimentos como verduras y frutas frescas puede proporcionar una sensación de logro, nutrir el cuerpo, regular el aumento o la pérdida de peso y ayudar a controlar los niveles de colesterol para reducir el riesgo de enfermedades cardíacas. Ésta es sólo una de las razones por las que comer más sano hoy nos mantendrá motivados mañana.
Haz ejercicio regularmente.
El ejercicio puede ser una forma estupenda de aumentar tu motivación. Aumenta las endorfinas, que son las hormonas del bienestar que nos mantienen felices y motivados durante todo el día; también te da más energía para realizar las actividades diarias, de modo que no te cansas tanto cuando llega la noche.
Cuida tu salud mental practicando la atención plena.
Puedes superar el estrés y la ansiedad practicando la atención plena. Cuando estás atento, tus sentimientos de preocupación o tristeza son menos intensos porque pierden su poder sobre cómo te sientes en el momento. Para practicar la atención plena a lo largo del día, intenta sentarte durante 10 minutos para observarte a ti mismo como si estuvieras en la distancia; utiliza este tiempo para notar cualquier sensación que surja -buena o mala- sin juzgarla, y luego escríbela en un papel antes de cerrar los ojos y reflexiona sobre lo que ha ocurrido durante esos diez minutos con la gratitud de sentirte mejor después.
Practica las afirmaciones positivas para mejorar tu confianza y tus sentimientos hacia ti mismo.
Afirmaciones como «Soy suficiente» pueden ayudarte a quererte a ti mismo incluso cuando es difícil. Si esas afirmaciones no resuenan en ti, prueba otra cosa que tenga sentido para tus necesidades y objetivos personales como persona en el mundo.
Las afirmaciones suelen ser utilizadas por personas que quieren sentirse mejor consigo mismas o con su vida. También son estupendas si alguien está luchando con problemas de autoconfianza, trastornos de ansiedad, problemas de depresión, etc., porque se centran en cosas sobre las que uno tiene control, de modo que los pensamientos negativos tienen menos efecto sobre cómo nos vemos a nosotros mismos.
Encuentra una afición que te guste hacer.
Una afición puede ser una forma estupenda de complementar tu vida diaria con algo que te llene y sea diferente de lo que haces cada día. Suelen ayudar a hacer más interesante lo mundano y a mantener nuestra mente aguda a medida que envejecemos. ¡Encuentra una hoy mismo!
La motivación no es algo constante. Fluye y refluye de forma natural, pero también es algo en lo que puedes trabajar para mantenerte a flote. Si te sientes desmotivado todo el tiempo, intenta incorporar algún aspecto de tu vida o de tu personalidad a lo que te motiva, aunque sea poco al principio. Tu motivación crecerá a partir de ahí.