¿Sientes que tus relaciones están constantemente al borde del colapso? ¿Te encuentras pensando en cómo evitar a la gente porque es demasiado trabajo mantener una relación? ¿Hay días en los que no puedes dejar de sentirte enfadado o solo, y no sabes por qué? Si es así, puede que estés sufriendo pensamientos tóxicos. Los pensamientos tóxicos son los que nos causan más daño que bien, ya sean sobre nosotros mismos o sobre los demás. En esta entrada del blog te compartiremos algunos consejos para detener estos pensamientos dañinos antes de que arruinen tu vida.
Identifica el pensamiento o la emoción negativa para que puedas sustituirlos por algo más positivo.
¿Cuál es el primer paso para liberar los pensamientos negativos? Identificarlos. Puede ser difícil identificar tus propias emociones, pero es una parte crucial para soltar y progresar en la vida. Lo único que tienes que hacer es pensar en lo que te hace sentir infeliz o enfadado en diferentes momentos del día.
Sustituye el pensamiento o las emociones tóxicas por un pensamiento o emociones más positivas.
Tienes el poder de cambiar tu destino. Puedes vivir en un mundo de positividad, no de negatividad, ¡y deberías hacerlo durante todo el tiempo posible! Sustituye los pensamientos negativos por los positivos, porque te ayudarán a conducirte a una increíble aventura por la vida en lugar de dificultar cada paso del camino.
Sustituir los pensamientos y las emociones negativas por otros más positivos ayuda a crear un mejor sentimiento de autoestima, que es esencial para la estabilidad de la salud mental. Este proceso puede llevar tiempo dominarlo, pero los beneficios merecen la pena.
Acepta que no puedes controlar todos los resultados de tu vida.
El poder del pensamiento positivo está en tu cabeza. Si te sientes deprimido y preocupado por las facturas que se acumulan, intenta centrarte en lo que hace que la vida sea estupenda: como los buenos amigos o un proyecto de trabajo increíble que acaba de salir muy bien.
A menudo olvidamos lo afortunados que somos cuando las cosas parecen ir mal, pero merece la pena tomarse un respiro de la realidad durante un rato cada día para pensar en esos momentos en los que todo iba como queríamos.
Practica la atención plena centrándote en lo que estás haciendo en el momento presente.
Practicar la atención plena no consiste en sentarse y no hacer nada, sino en centrarse en lo que estamos haciendo en el momento presente, de modo que nuestra mente se mantenga centrada para hacer las cosas.
¿Conoces esos momentos en los que todo parece abrumador? Todos hemos estado ahí; es difícil no pensar en otra cosa que en lo difícil que es la vida y a veces ni siquiera podemos encontrar consuelo en nuestros propios pensamientos porque son demasiado pesados o deprimentes. Pero practicar la atención plena, es decir, centrarte sólo en lo que estás haciendo en ese momento, te permite acabar con el pensamiento y las emociones tóxicas.
Pasa tiempo con personas que te hagan sentir bien contigo mismo y que fomenten el amor propio.
Pasar tiempo con las personas que te hacen sentir bien contigo mismo es una excelente forma de fomentar el amor propio. Acaba con el pensamiento tóxico que destruye las relaciones evitando a los amigos o familiares que sacan lo peor de ti, y céntrate en las amistades que son positivas para tu salud mental.
Acabar con los pensamientos negativos es tan sencillo como pasar más tiempo con aquellos que nos ayuden a reforzar nuestra confianza en lugar de destruirla.
Los pensamientos y emociones tóxicos no son sólo algo que afecta a nuestra salud mental. También pueden tener un gran impacto en la calidad de nuestras relaciones, por lo que a veces se sienten tan frágiles. Si experimentas pensamientos tóxicos o estados de ánimo negativos en tu relación, es importante tomar medidas para detenerlos antes de que las cosas empeoren. Por suerte, hay muchas formas de evitar que estos sentimientos peligrosos nos sigan perjudicando. Esperamos que este artículo te haya dado alguna idea sobre cómo poner fin a los pensamientos y sentimientos tóxicos si llevas un tiempo luchando contra alguno de ellos.